lunes, 1 de diciembre de 2008

Trabajo de Campo a Tordelli

Con el tiempo decidí aprender cada día un poco más de Tordelli. Esa era una de mis consignas en el trabajo. Para avanzar tenía que tener mucho tacto, ser sútil, Tordelli era un Jefe de Área cauto, receloso de sus papeles, recatado cuando hablaba por teléfono –lo hacía casi susurrando-. No obstante a los dos meses de trabajar en el Ministerio ya tenía algunos datos interesantes: Tordelli estaba muy contento con un 306 full color champagne modelo 99 que tenía desde hacía 6 meses atrás. Vivía en Lanús en una casa “con un gran parque”. Era padre de un hijo y una hija, 24 y 22 años respectivamente. No tenía fotos encima. Su mujer se llamaba Flavia –también sin fotos visibles-. Hincha de qué equipo: de ninguno. “Más que nada me gustan las barajas”. Eso me dijo mientras se sacaba los anteojos con la máxima seriedad. Un gesto que denotaba un "basta de molestar". No importa, pensé, mañana continuaré indagando.

1 comentario:

Obelix dijo...

rupert, el marlowe argentino.

Un silencio que ni los perros rompen

    Pediste ser escuchado por quien  permanece en un silencio  que ni los perros rompen.