jueves, 22 de septiembre de 2011

Nuestra prima

Me acuerdo bien: veíamos telenovelas,
comíamos panqueques y tomábamos
litros y litros de té helado,
hacía mucho calor y como no hacíamos más
levitábamos, cada uno en una hamaca paraguaya
donde de a ratos dormíamos acompañados
por pájaros multicolores y plantas que llegaron
a tocarnos cuando se terminó todo.

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Un silencio que ni los perros rompen

    Pediste ser escuchado por quien  permanece en un silencio  que ni los perros rompen.