martes, 15 de noviembre de 2011

Tiempo libre

Estos días lo corroboro: el mundo corporativo, como todo sistema, tiene infinitos puntos; muchos de ellos muy intrincados. Hoy por hoy el más álgido es la escalada de mails que enfrento a diario. Suelo copiar a media docena de personas en cada mail y cada uno me copia en otros tantos. Resultado: envío y recibo más de doscientos mails por día. Los seres humanos nos hemos confabulado para contrarrestar la eficiencia que ofrecen las máquinas; el trabajo en el último tiempo se ha incrementado para generar más bienes y servicios y, como contrapartida, fuera de los monstruos societarios nuestra vida decrece. Forma útil, al fin y al cabo, para reducir un poco el ritmo de consumo. La necesidad primordial que toma fuerza cada vez que tenemos ese espacio que también nos genera ansiedad: el tiempo libre.

1 comentario:

inés dijo...

sí el tiempo libre inquieta aunque pensemos lo contrario

De un blanco soñado

    Querías separar  la tensión del recuerdo  para que no pertenezca  a un lugar específico.   Pero separar los continentes  no es fácil.   ...