Los
principios energéticos útiles dicen
que la
energía que se focaliza demasiado
en un
objetivo tiene más chances de alcanzar
el punto
deseado, pero a riesgo de perder
otros
lugares tan bellos como el alcanzado
o más. Y
dicen algo todavía mejor: que los
objetivos
sencillos alimentan a quien los obtiene
de una
forma cualitativa; al punto que nadie
suele poner
en duda ese provecho tan práctico
que la
gloria suele ignorar porque su practicidad
es muy
escasa y no repara en las personas.
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