jueves, 6 de septiembre de 2012

Las inmensas bondades de la teoría de la relatividad

Corro, hacia el fin de la ciudad, por una hilera de álamos, y pienso: se trata de un evento poético deslucido. Todo lo que antes me indicaba cierto estado lírico se ha corrido a un lugar todavía incierto. Después, se me ocurre que la tendencia inveterada de separar la realidad entre el bien y el mal se debe a la existencia de la dicotomía entre el dolor y el placer. Es algo obvio que recién ahora percibo. Lo extraño de estos días es que capto cosas obvias pero de una manera intraducible; eso me lleva pensar que es más profunda la mirada, pero enseguida me convenzo de que la valoración “profundo” no tiene fuerza. Porque en estos días pierde fuerza lo superlativo; así es, todo tiende a una relatividad que me resulta más cierta, no tan lucida sino más posible. Y eso me sosiega.

martes, 4 de septiembre de 2012

Lo estricto se aleja del amor

Hoy por primera vez sentí que los que

me rodeaban, de alguna forma u otra,

sólo querían sobrevivir a la sociedad 

que los compele a continuar con

sus quehaceres, y ellos, abnegados,

continúan como pueden, a veces

saludándose con afecto,

cosa que me conmueve porque

es una forma de huir de lo estricto.

lunes, 3 de septiembre de 2012

A mi enamorada

Como los pájaros que al final de la tarde deciden
aprovechar sus últimos trinos para así estar un poco
más cerca de su existir (suposiciones mías)
vos estás en lo alto de un árbol que mira
             a todos los confines.

De un blanco soñado

    Querías separar  la tensión del recuerdo  para que no pertenezca  a un lugar específico.   Pero separar los continentes  no es fácil.   ...