miércoles, 20 de marzo de 2013

La dinámica del carácter


Hay una dinámica que se integra a nosotros a través de la percepción. El eje por el cual se estructuran las emociones hasta convertirse en pensamientos que derivan en acciones.

Debido a esa dinámica, cuando cambia el eje de nuestras percepciones, se modifican nuestros actos.

Si cada percepción es el resultado de cómo nuestro mundo emocional hace contacto con el afuera, ese diálogo entre el ser y el afuera es la fuente integradora del carácter.

Un resultado expuesto a influencias que, debido al diálogo, se encuentra siempre frente a la posibilidad de establecer distintas dinámicas. 

El cambio acecha de manera continua al carácter.  Pero él rara vez cambia porque funciona más bien como una garantía de inmovilidad y certidumbre frente a la impredecible existencia.

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