Eso que nos
empecinamos en conseguir
y tiene que
ver con el deseo
de ser amados.
Esos
carteles que señalan en las rutas
los
lugares, las distancias, los giros.
Esa manera
de querernos a la salida
de los
bares, en los boliches, cuando éramos
chicos y
soñábamos con montones de cosas
que nunca
llegarían
en la forma que sonábamos.
Las maneras
de pasar el tiempo, la ruina de los imperios.
Los pájaros
cada mañana, firmes, indubitables.
Algunos
tienen colores y cantos que parecen
provenir de
la esencia de la realidad.
Las olas,
en algún lado, por las playas,
en el
océano incluso, gestándose,
eso pasa
hoy, esta mañana.
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