viernes, 12 de septiembre de 2014

Montevideo, el cerro

El sur de la ciudad como un mantel dormido
en donde las teteras se mueven
al ritmo de los tambores
y un cerro desde donde se puede ver
el río más dulce del mundo.
en

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom)

Los pájaros saltaban

  Esa misma tarde, cuando por fin llegaste, puse un antiguo tronco sobre las ramas secas de un arbusto y ardió todo estrepitosamente. Ningún...

  • Solo y triste bajo el sol
    El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
  • Cosas que se desvanecen
    La suficiencia para hablar debería ser desterrada de todos nosotros en la medida que el alcance de la palabra se limita a u...
  • La dimensión mundana
    El estruendo interno como fuente de toda perseverancia así debería ser, así deberían consumirse los días y los cigarrillos imaginarios que...