El cuerpo energético, como tal, es la entidad que concentra la facultad de recibir y a la vez de irradiar energía. Es por lo tanto una entidad que posee existencia, un ser.
Ese ser está caracterizado, a su vez, por una dinámica, por una vertiente, un motor, que está ligado a la existencia misma de la cuerpo, y que irradia determinadas energías hacia otros cuerpos.
El cuerpo energético se caracteriza por transmitir y recibir, por lo tanto, potencias. Lo que equivale a decir que los cuerpos energéticos poseen capacidades, tienden a ejercer influencias. A crear estados en los demás cuerpos y a reflejar las consecuencias de esos contactos en sí mismos.
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