Los laureles en las estatuas
se marchitaron y nosotros nos
acomodamos junto a los árboles
para dormir bajo el cielo.
Más tarde, estuvimos como nos gusta,
como quien no quiere
la cosa
pero disfruta mucho el contacto.
Esa misma tarde, cuando por fin llegaste, puse un antiguo tronco sobre las ramas secas de un arbusto y ardió todo estrepitosamente. Ningún...
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