sábado, 11 de febrero de 2017

En ese tiempo

En ese tiempo las cosas, me refiero a los objetos,
la luna, el sol, las casas, y un montón de cosas que están
por todos lados, tenían una presencia mayor.

Su mudez las exaltaba.

Una fuerza reluciente -me imagino que por obra
de un montón de pensamientos fantasiosos- daban al espacio
un filo que te cortaba en pedazos.

Y, claro, nosotros aceptábamos cada uno de esos cortes.

Es para purificarnos, decíamos.




No hay comentarios:

Esa misma noche

  Esa misma noche soñé que estábamos junto a la pileta rodeados de una bruma incipiente. Acostada en una reposera, un viento leve movía las ...