Nos alejamos, de a poco,
muchas veces en silencio,
cada vez más relajados
por esa sensación de entrega
que nos permite andar por terrenos
donde otros andan pero rara vez
se muestran.
Es casi imposible tocar las dimensiones
donde el corazón expresa una forma
que supera cualquier voz.
Para eso no tiene que haber
un lugar donde llegar
ni un sentido muy determinado.
Se ven ahora etéreas y silenciosas garzas
que eligen diferentes sauces junto a montones
de otros pequeños pájaros
que con su disfrute aumentan
la intensidad de cada objeto
levantado en celebración
de la apacible escena
que ellos mismos
con su acontecer crean.
sábado, 17 de junio de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esa misma noche
Esa misma noche soñé que estábamos junto a la pileta rodeados de una bruma incipiente. Acostada en una reposera, un viento leve movía las ...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
La suficiencia para hablar debería ser desterrada de todos nosotros en la medida que el alcance de la palabra se limita a u...
-
El estruendo interno como fuente de toda perseverancia así debería ser, así deberían consumirse los días y los cigarrillos imaginarios que...
No hay comentarios:
Publicar un comentario