martes, 7 de noviembre de 2017

Poemas de Nueva York, Un paso más


Ir más allá de lo rechazado y temido
en calles que se oscurecen
junto a perros jubilosos y torpes
sin que se nos permita tomar notas.

Un sinfín de heladeros
se agolpan con sus carritos
a la espera de recorrer las calles.

No hay ya un mundo conocido.
Todo está a la espera de ser
otra vez dibujado.

Por la mañana: unos renacuajos nacieron
y ya nadan. Por la tarde: unos peces ahogándose
saltan en el muelle. Nosotros sensibilizados
vemos a unos y a otros.

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Un silencio que ni los perros rompen

    Pediste ser escuchado por quien  permanece en un silencio  que ni los perros rompen.