viernes, 13 de julio de 2018

De la mano hablando cosas muy íntimas


Vamos detrás de los cuerpos en un intento
por volvernos más proclives a las respiraciones
que te permiten interpretar mejor las posibilidades
que anidan en nosotros, siempre a la espera
de un fervor, de un ímpetu o una provocación
capaz de abandonar la exigencia de decir algo
relacionado con una filosofía útil para atraer
una verdad, una de unos sobre otros, una impronta
que de algún modo curaría nuestra desorientación,
cada vez menos severa en la medida que vamos
de la mano hablando cosas muy íntimas.

No hay comentarios:

Un silencio que ni los perros rompen

    Pediste ser escuchado por quien  permanece en un silencio  que ni los perros rompen.