domingo, 27 de noviembre de 2011
Off Side Sofitel Cardales III
Al día siguiente nos tuvimos que levantar a las nueve, según nos comentaron, para desayunar con tiempo suficiente. A las diez empezaba una charla grupal. Balance 2011, se llamaba y fue un poco más larga incluso que la del último año. Tres horas clavadas. El motivo central fue la exposición que brindó el C.E.O. de la compañía evaluando, área por área, el porcentaje de cumplimiento de los objetivos cumplidos. Siempre con esos gráficos tan crueles y, de tanto en tanto, citas de Osho o personajes por el estilo. En mi caso se trata de un desempeño poco destacado pero al menos aceptable. De todas maneras me incomodé ante la mirada del dichoso CEO. Lo único interesante de esa perorata fue cuando tomé conciencia de que a los monjes benedictinos en el siglo XIV les pasaba lo mismo que yo. E incluso tal vez en lugares que le parecían demasiado modernos para su gusto. Ellos querían vivir en un clima placentero y no les era fácil. A veces llegaba el inquisidor y había quienes terminaban en la hoguera.
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