jueves, 29 de febrero de 2024

Al regresar

 

Al regresar de esas vacaciones, de nuevo en el balcón diminuto, con vos en la ciudad lejana, miré el roble esperando que mis pensamientos se detuvieran. Quería que hicieran como las nubes al atardecer cuando se ven finitas sobre el mar y, poco antes de la oscuridad, ya no están.

miércoles, 28 de febrero de 2024

Con los pies en el agua

 

Una moderación sería útil, 

pero nada nos obliga a la hora 

de construir un reino. 

Hubo noches de muchos años 

que soñabas con estar cerca 

de los pájaros. Deseo simple, 

que no alcanzabas.  

 

Pero a veces, en forma tenue 

y esporádica, vislumbrabas algo 

amoroso aunque imaginario.

 

Y sin embargo, ahí estuviste una vez, 

hace tiempo, como cierto dios, 

al amanecer, con los pies en el agua.

 

 

martes, 27 de febrero de 2024

Junto a los pájaros

 

Muchas veces, 

en una estación de servicio 

abandonada, con el auto apagado,

para tranquilizarte, escuchabas 

el ruido lejano de la ruta. 

 

Cuando abrías los ojos 

te acompañaban unos 

plumerillos inmóviles,

y otra vez los colores 

pasaban reclamándote

como señores feudales

que piden por sus vasallos.

 

Colores en tonos rojos,

bordós, magenta, y después 

turquesa, y más tarde 

verdes y azules.

 

Y vos esperabas también a los grises, 

a los blanquecinos y a los amarillos

junto a los pájaros. 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 26 de febrero de 2024

La tortuga

 

Y así ver, en un recodo de la noche, 

la tortuga que de pequeña era simpática 

al crecer se hizo adusta 

y cada día te vigila.

 

 

domingo, 25 de febrero de 2024

Sobre una rama

  

Hay una realidad en la superficie

y después, en el fondo, 

está la dimensión azul

y más allá de esa capa hay otra 

que va un poco hacia el violeta

y al final se llega al negro 

y después, para sorpresa nuestra, 

más arriba, existe una blanca que va hacia el rosa 

y pasa por el amarillo y nos muestra 

un canario, que canta sobre una rama, y sigue.

sábado, 24 de febrero de 2024

Eras un pájaro

 

En el sueño eras un pájaro 

que iba a cantar a una ventana 

que reflejaba el cielo azul, no celeste.

 

Dos o tres gatos rondaban la galería 

con ánimo de hacer daño 

y adentro, en el cuarto, 

dormía la siesta tu madre.

 

 

viernes, 23 de febrero de 2024

miércoles, 21 de febrero de 2024

El sol ocultándose

 

El sol ocultándose 

y los mismos caballos 

junto a espinillos 

como oradores mudos 

al costado del camino.

 

A la ida y a la vuelta, 

también la obsesión 

por escuchar el silencio 

y no pensar en nada. 

 

Después, cerca de tu casa, 

la intención de disfrutar de tus hijos. 

Se puede disfrutar más de los hijos 

de lo que ellos disfrutan de nosotros, 

pensaste. Pero no estabas seguro de eso.

Ya está claro que impresiones tienden a cambiar 

y los pájaros sobre las murallas a seguir.

 

 

 

 

 

 

martes, 20 de febrero de 2024

Bajo las estrellas

 Al final de todo,

en el último instante tal vez,

voy a cumplir con todos los pronósticos

y así tener un tiempo de suma felicidad,

y por eso voy a ser recordado

en algún claro del bosque

junto a animalitos, bajo las estrellas.

Estaba en el mar un día sin viento

 Estaba en el mar un día sin viento

 tirado de espaldas boca arriba. 

Cuando me incorporaba, al lado mío, tenía una isla tropical 

con monos aullando .Me recordaban a unos enfermos mentales 

que conocí en una colonia que había en un pueblo perdido. 

Como los monos seguían aullando, decidía alejarme a nado

 sin importarme si me podía ahogar en mi intento 

de llegar a otra orilla que ni siquiera divisaba. 

Y mientras braceaba, me daba cuenta de que una ballena 

me había subido a lomo y me llevaba sobre el agua como un alíscafo. 

Pronto llegaríamos hasta el puerto de mi ciudad. 

domingo, 18 de febrero de 2024

El buitre inmenso

 

Soñé que no tenía peso y que por lo tanto podía volar 

y que entonces, cada vez más arriba en el aire, todo 

me resultaba irrisorio a tal punto que no podía parar 

de reír, y en esa risa encontraba un llanto desconsolado

que me llevaba hacia el cuerpo de un buitre inmenso

que me cobijaba entre su pecho cubierto de plumas

y que con su cuerpo tétrico me abrazaba. 

sábado, 17 de febrero de 2024

La frase justa

 

Era la frase justa y feliz y la habías soñado,

pero no podías recordarla y no la iba a recordar 

jamás. Y sin embargo estabas seguro

de que esa frase en alguna parte perduraría.

viernes, 16 de febrero de 2024

Nieve en los pinos

 

Una mañana te levantaste y el bosque estaba cubierto de nieve.

Nieve en pleno verano, te dijiste, y al despertar fuiste a corroborar

que no hubiese nieve en los pinos, Y no había nada. NIingún blanco en ellos.

Solo una presencia invisible a su alrededor. Y esa presencia los potenciaba. 

jueves, 15 de febrero de 2024

Una coreografía

Ese día del test sobre el embarazo, según leo ahora en mi cuaderno, recorrimos la orilla de la playa buscando una casita de madera que habíamos construido entre unas acacias. Mucho tiempo antes, viéndola casi terminada, habíamos dicho que podríamos vivir en ella un tiempo. Adaptándola, una temporada podríamos vivir, te escuché decir. A nuestro lado, unos gaviotines caminaban unos pasos y se quedaban quietos como si quisieran interpretar una coreografía. 

 

martes, 13 de febrero de 2024

Y ahora que lo digo

 

Y ahora que lo digo, pienso que tal vez por eso he vuelto a mis vivencias de  ese cuaderno tan viejo porque, en lo fundamental, he descubierto que las visiones cambian y tienden a perder brillo, y no quisiera perder las mejores imágenes…

lunes, 12 de febrero de 2024

Lo mejor que me pasa

 

Como sea, en el cuadro duermo con unos diez años en una cama que está ubicada en un bosque el medio de un claro y, a mi costado derecho, en la copa de un cedro azul se ven dos ángeles, y detrás, casi en el mismo tono, el cielo pintado gris claro. Es extraño: recién cuando recordé el día que vimos llegar a la mujer a la escuela sobre el canal, se presentaron en mi cabeza unos peces, y esos peces me llevaron al día que, en las afueras de la ciudad, en un estanque vimos unas carpas japonesas cerca de la orilla. Estábamos los dos con los pies en el agua y las carpas cerca de nosotros apenas se rozaban. Ese día te dije que mi mayor deseo es poder pintar los instantes mágicos, los luminosos, los extraordinarios. En realidad no sé cómo llamarlos, te aclaré. Del mismo modo que no sé cómo describir lo mejor que me pasa. 

 

domingo, 11 de febrero de 2024

Una sola nube

 

Una sola nube se movía apenas en el medio del cielo. Era un día frío, pero cada tanto, cuando salía el sol, en los plátanos de la plaza no paraban de cantar unos zorzales. No se puede conocer lo que celebran los pájaros, dije. Esa tarde al menos seguíamos esperanzados con encontrar un lugar donde descansar al sol. Sería un día de invierno porque en mi recuerdo voy con una campera de mi juventud de origen inglés. Una campera que había pertenecido a mi abuelo. En la imagen, caminamos de la mano en busca de un banco por la rambla. Un viento tibio nos toca mientras me hablas de tus primeros años de colegio. Me costó comenzar a escribir porque mi pasión siempre fue dibujar..., decís.

 

sábado, 10 de febrero de 2024

Un camino imposible

 

Ahora estamos en tu auto en una cuadra donde bien pudimos haber estado en nuestra adolescencia. A esta hora de la madrugada diría que, por el ambiente que tiene la noche en la ciudad, la calle está igual. Los mismos plátanos centenarios, las mismas hojas cayendo sobre adoquines mojados y los mismos postes de luz. Sobre la esquina veo el boulevard por donde volvía del colegio. Muchas casas desaparecieron para que se construyan unos edificios sin gracia. Seis o siete pisos que no se diferencian mucho entre sí. Sentado en el auto, busco una canción que escuchábamos de jóvenes, subo el volumen y en mi imaginación apoyás tu cabeza sobre mi hombro. Sin apuro, continúo por las calles arboladas de siempre. Voy despacio porque quiero insistir con mi pensamiento: son las calles de mi infancia. Hay algo eterno en ellas, me digo. Y las calles se repiten una y otra vez como parte de una historia conocida. Estoy siento feliz de haber vuelto, pienso. Tantos años en Europa a la espera de un camino imposible…

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 9 de febrero de 2024

En otro sueño

 

En otro sueño que leo anotado en mi cuaderno, caminaba hasta que mi deseo dejase de pesar. Así llegaría a parecer un mendigo, pensaba. No pedía nada, porque mi intención era dar, no exigir. Y con esa pasión, con los años, me volvía un santo. Hasta que finalmente era pintado en un fresco de una iglesia de Roma. De manera que estaba junto a montones de ángeles, colinas y ríos, atrapado en un cuadro magnífico. Y quería salir de ahí, pero no podía.

jueves, 8 de febrero de 2024

Alabado sea el señor

 

De la misma manera que a tu cuerpo debías alimentarlo,  debías atender a tu angustia cada día. Y sin embargo, entre los momentos desesperados, un pensamiento volvía como un zorzal a tu jardín para cantar un poco más. Ibas a mejorar. Lo sabías. Lo Creías en lo más hondo de tu ser. De manera que a ese pensamiento debías atesorarlo y recurrir a él como a ningún otro. Porque aún te creías capaz de realizar un progreso ostensible… Alabado sea el señor, incluso te dijiste al recordarlo. 

 

miércoles, 7 de febrero de 2024

Al final de la llanura

 

Al final de la llanura, notaste que, gracias a un manto de nubes, la playa tenía un ambiente soñado. Pero por más cercanía que tuvieses con los paisajes, hasta entonces nunca habías encontrado una respuesta capaz de tranquilizarte y por eso tus días tomaban un camino angustioso y conocido. Una angustia que ya es parte de mi cuerpo, concluiste dramático. De la misma manera que a tu cuerpo debías alimentarlo, a ese sentimiento debías atenderlo cada día… No obstante, entre tantos momentos de ansiedad, un pensamiento volvía como un zorzal que regresaba a tu jardín para cantar un poco más. Si cambiases tus creencias el mundo cambiaría. Bien, a ese pensamiento lo debías atesorar como a ningún otro. Si te creías capaz de realizar un progreso, la esperanza continuaba. Alabado sea el señor, te dijiste sarcástico al pensarlo. 

 

lunes, 5 de febrero de 2024

Ahora son las cinco y veinte de la tarde

Ahora son las cinco y veinte de la tarde y acabo de caer en la cuenta de que llovizna desde temprano en este barrio remoto de la ciudad. El lugar donde intento sin éxito progresar. Y también recién, por más extraño que parezca, escuché a lo lejos el canto de un gallo y recordé que en la quinta de mi abuelo había un gallo de un vecino de apellido Ervasi que cuando estábamos sentados en la galería, se paraba enfrente nuestro, nos miraba fijo unos instantes y se iba. Nunca supe si era una bravuconada o qué.

 

domingo, 4 de febrero de 2024

Concluiste dramático

 

Después, sobre el final de la llanura, notaste que gracias a un manto de nubes la playa tenía un ambiente soñado. Por más cercanía que tuvieses con los paisajes, hasta entonces nunca habías encontrado una respuesta capaz de tranquilizarte. Tus días iban por el consabido camino de la angustia. Y por ese camino debías continuar. Ya era parte de mi cuerpo, concluiste dramático. 

viernes, 2 de febrero de 2024

Cuando te adentraste en el agua helada de la orilla

 

Cuando te adentraste en el agua helada de la orilla para sentir las pequeñas olas, mirando el horizonte, pensaste que si cambiaras tus creencias el mundo continuaría igual, con las mismas olas, el mismo aire. ¿Y tu angustia sería la misma? Seguro que no, pensaste, y por un instante el mar a tus pies te pareció diferente… Un instante liberador, distinto a los incontables pensamientos que tenías y olvidabas. No sería igual, volviste a pensar, y ese descubrimiento, te lo prometiste con seriedad, sería clave para enfrentar tus temores. 

En la tierra helada

  Pero a los pocos días, andando por el jardín de tu casa, pisé unas hormigas y aparecieron de nuevo las tragedias que podrían tocarme en la...