miércoles, 30 de diciembre de 2020

Infancia

 Todo era querido en ese tiempo:

una laguna azulada, los juncos 

quietos, los pájaros yéndose. 

Se va de a poco la luz mientras

 

la luna llena se eleva.

 

Una garza camina sobre 


plantas flotantes y le encanta.

 

 

 

sábado, 26 de diciembre de 2020

Recuerdo de la primavera


Cuando cerramos los ojos

y vemos lo negro,

casi seguro se nos aparecen

días capaz de hablarnos

de la extrañeza y de las dolencias

que intentamos aplacar 

con parsimoniosos gestos que no tienen 

valor para quien nos llama 

desde una voluntad suave y lejana.

 

Hay un parque en primavera:

está vacío, quieto, nadie por ningún 

lado. Es la hora de la siesta y tampoco

se sienten demasiado los pájaros.

Solo el viento viaja, va, sigue, 

suena hacia alguna parte.

 

 

viernes, 25 de diciembre de 2020

feliz navidad

Estuvimos mucho tiempo 

con la intención de resolver algo 

y ahora, desde el balcón del hotel, 

vemos los nuevos indicios de la luz.


Al amanecer, me decís, 

no necesitan los remeros evitar 

a quienes disfrutan del agua.


Por eso pasan rápido

cerca de la orilla ennegrecida.


Y con todo, el recuerdo de esos bañistas, 

en esta orilla atravesada por las pequeñas olas, 

está en la luz que motiva 

el canto de los pájaros.


Quise remarcar que pasaremos 

otra navidad juntos, aunque sé que no cambia 

demasiado lo que diga en ciertos momentos 

porque lo determinante es la forma,

y en las formas un avance es algo incierto.


No se puede confiar en nuestras pretensiones 

si con cierta vacilación en la voz 

volvemos a una historia de desencuentros, 

con la mirada en la arena que recibe 

a las pequeñas olas ennegrecidas.


sábado, 19 de diciembre de 2020

Estar en el campo

Creo que ya estoy más cerca de agradecer, de forma muy profunda, mi insignificancia. A partir de ahí no debería tener que decir más nada, ni perfeccionar más nada, ni tratar de solucionar demasiado más nada. Será como estar en el campo y esperar que las liebres, despreocupadas, se crucen frente a mi cuerpo erguido.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Pletórico

En el inicio, 

como suponías frente a ella 

que debías tener un talento muy contundente

nada era verdadero. 

 

 

domingo, 13 de diciembre de 2020

Llegas a ver

  

¿Llegás a ver algo primigenio y dormido 

a la espera de resurgir en el paisaje?

 

Te cuento algo: un niño se adentra en el monte 

para buscar ramitas entre los árboles 

en un día gris, quieto, de verano, que tarda en irse.

 

Hay también una balsa que va por un río 

rodeado de una fauna inquietante 

y una luz, en la balsa, que oscila al principio 

y se estabiliza después, bastante después en realidad.

 

Las ranas en las orillas sostienen 

el canto hacia las estrellas. 

 

Entonces, decía, ¿ves las hojas,

gracias a la luz, encima del agua, y disfrutás 

el movimiento que les otorga cada tanto el viento?

 

 

 

 

 

 

viernes, 11 de diciembre de 2020

Nuevo año

  

Estamos frente a la vidriera 

de una sofisticada galería

debatiendo sobre un cuadro 

que no es abstracto porque,

como bien decís, muestra,

de forma muy tenue, unos pantanos 

donde una cigüeña, pequeñita entre 

grandes manchas, mira unos cuervos 

que graznan a su alrededor. 

 

En el horizonte se ve un fuego

que le da al conjunto un toque

inquietante.


Más allá, en la esquina, vemos cómo 

unos mendigos también arman un cuadro, 

así como están, echados en las veredas, 

bajo las luces, mirando pasar los taxis, 

cerca de gente que se aproxima

al mejor punto de la celebración

sobre esta avenida vibrante 

por los festejos de año nuevo. 

 

 

Ellos, como nosotros, 

buscan una paz duradera, 

ahora que la música,

de un modo inusual, nos relaja.

 

Lo triste, no puedo dejar de pensar en eso,

es que recordaremos esto como otro 

evento feliz más de cierto pasado.

 

Más allá, viven estrellas 

poderosas y lejanas que, 

como nosotros, las muy pobres,

también morirán.


 

Por mucho que lo intento nunca llego 

a convencerme de que exista un Dios 

amoroso y menos exaltado que estos festejos.


Como sea, espero que después 

de estos días de vacaciones 

puedas abrazarme con la mirada. 

 

Cualquier cosa que nos acerque

sin embargo me alcanza.

Acá hay un muelle. 

La luna está de un blanco transparente.


Su forma redondeada tiene un misterio 

que nos hace imaginar las parcelas 

que puede haber en ese lugar.

 

Y en esa esfera volvemos 

a imaginar un cuadro, 

o al menos cierta plasticidad.


domingo, 6 de diciembre de 2020

Roma

Estaba convencido de que debía tener 

un talento tan contundente como para 

reposar frente a vos y frente a cualquiera que, 

por el motivo que sea, estuviese cerca 

o en algún lugar remoto. 

 

Debía ser emperador en tiempos actuales 

y en las circunstancias que tan bien conocés.

 

Por lo tanto nada era útil ni verdadero. 

Y los decenios pasaban.  

 

  

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Estado de Nueva York

 Me fijo en la manera amorosa 

en la que nos dedicamos a levantar 

las hojas desparramadas por el jardín.

 

Estamos frente a un pequeño canal 

cada vez más desbordado 

por las lluvias en el norte.

 

 

Hablamos de cuadros ingenuos 

que esconden exóticos animales 

purificados por los colores del atardecer.

 

 

En el comienzo de este otoño, 

nos gusta sentir la luz 

entre hojas endebles

cerca de donde una vieja perra 

aguarda la llegada de su benefactor.

 

Hablamos también 

del miedo a las aglomeraciones 

y de personas que buscan 

un trabajo que los mejore.

 

Imaginamos la grandeza 

de una montaña nevada, 

lejos de este parque que sobrevive 

con el césped algo crecido.

 

No hay más demoras 

en la autopista junto al río.

Todos fluyen hacia algún lugar.

 

Vemos el tráfico desde lo alto.

De tanto en tanto, se escuchan 

canciones que vienen de los autos.

 

Hay casas con ladrillos 

de un rojo intenso 

y grandes cedros alrededor. 

 

El rojo es parecido a un paisaje 

que disfrutamos hace un tiempo;

un desierto rocoso y lejano. 

 

 

Esa vez vimos una lagartija al sol

sobre una piedra que conservaba 

el rocío de la primera mañana.

 

Y recién nos acordamos de eso.

sábado, 28 de noviembre de 2020

Corrientes

  

Cada noche empotrada en la pared

el aguila del reloj nos custodia 

con sus alas de ébano en una casa 

con paredes anchas y tejas 

de un rojo opaco gastado por el verdín.

 

*

Víctima de tus cosquillas, 

termino sumergido 

entre sábanas con uvas 

perfectamente dibujadas. 

 

*

Que no se vaya 

entre puestos y personas, 

pensé en la feria, y me pareció 

que murmuraste: no me voy. 

 

 

*

En la galería de la casa 

muchas rayas cruzan el suelo. 

 

Baldosas negras y blancas; 

las miro cuando estoy acelerado.

 

 


*

Mi temor es que tarde o temprano 

pienses que no hay espacio 

y las palmeras dejen 

de resultarte especiales.

 

 

*

El viento sobre los juncos 

y las hojas cayendo de las acacias.  

 

Las golondrinas tocaban el agua,

la corriente nos llevaba, fue necesario 

agarrarnos de unas ramas.

 

Te lo dije: no deberíamos 

adentrarnos tanto en el río. 

 

 

Los peces nos parecieron tibios,

después fuimos acostumbrándonos.

 

*

Arriba, nubes en ceremonia, 

paredes de eucaliptos y un techo 

que era la sombra enorme de los árboles.

 

 

 

 

 

*

De los ceibos, calandrias 

y zorzales se han ido; 

solo queda el aire fresco 

del final de la tarde. 

 

 

*

Un barco echa humo 

y los tripulantes arrojan sus redes. 

 

 

*

Es la hora del té. ¿No las ves? 

Diminutas en el agua algunas 

hebras también nadan.  

 

Más tarde, vimos el pez 

ahogándose en el balde 

y las burbujas yéndose 

entre las piedras.

 

Esas burbujas 

se delizan por el agua 

hasta el borde ennegrecido. 

 

A esas burbujas las sigo siempre.

 

 

*

La idea es bajar 

entre cardos con puntas violetas 

por senderos casi imperceptibles 

hasta donde los duraznos 

son despedazados por los pájaros. 

 

*
A la siesta, ensayamos 

detrás de la puerta, 

en la oscuridad, tocándonos 

mientras lo desparramado 

nos marea, desespera y sonríe. 

 

 

*

Serenar al cuerpo aunque más tarde 

tengamos que hacer lo mismo.

 

 

*

Una linterna nos permite ver 

el polvo elevándose en el puesto 

semidestruido cercano a la ruta.

 

 

 

Plantas opacas y troncos anudados.

Por esa ruta casi no pasan autos. 

 

 

 

*

Bordeando la pared veo las baldosas 

calientes donde estuvimos acostados. 

 

Había un sauce curvado. Casi fosforescente,

tocaba el río con sus ramas: ahí mismo 

te sostuve sobre el agua. 

 

 

*

Ahora todo esto viaja 

como el panal que prendimos fuego.

 

Las abejas volaron y nosotros corrimos 

con alcohol y fósforos en la mano. 

 

lunes, 23 de noviembre de 2020

De pueblo en pueblo

 Ibamos de pueblo en pueblo

y los lugares eran nuevos,

y las fiestas especiales,

y nosotros mismos 

íbamos a ser únicos. 


Y el tiempo pasó. 

Y hoy vamos con la fuerza 

de cosas imposibles de transmitir. 

Y eso nos basta.


domingo, 22 de noviembre de 2020

En el parque

Salgo y paso por un barrio 

y por otro; todos se parecen. 


El sol declina sobre árboles

que inspiran a los pájaros.


No hay un rumbo ni acá 

ni allá. Los años pasan

y sigo en los mismos 

lugares, pero más viejo. 


La sensación de vacío 

se acrecienta en la medida 

que paso un parque con mucha 

gente que disfruta de la tarde.

 

La gente no suele 

ir a ningún lado muy lindo.


¿O las personas siempre 

le roban espacio a la felicidad?


No hay nada como ir al atardecer 

en una canoa por el río 

y pensar que ese camino de agua

no tiene fin.

viernes, 20 de noviembre de 2020

miércoles, 18 de noviembre de 2020

sábado, 14 de noviembre de 2020

Conciliación

Esperás la luna nueva, las nuevas fases,

                                                           todo lo nuevo que puede haber en el mundo,

pero eso nuevo no llega porque

lo maduro todavía no está tan muerto

                                                                             como para provocar

                                                                                          el fin.

martes, 10 de noviembre de 2020

El capón en el peñasco

Noche de calor y luna.

Grillos y camiones a lo lejos. 

Quisiera sentir el ruido del agua

pero por acá no hay nada más

que campo y árboles quietos.


Decidí bajar las exigencias.

Todo el mundo tiene un poder

difícil de usar.


Mejor transcurrir por lo cercano

como hace el tiempo 

con el campo.


Nadie vence a los otros

pero en sus intentos es cierto 

que avanza bastante.


Los grillos y los camiones

a lo lejos persisten.



sábado, 7 de noviembre de 2020

Así es

En los segundos que estuve 

con vos en el sueño, hubo mucho más 

que en la mayoría de los días en la ida 

y la vuelta, de casa al trabajo, 

y después, los fines de semana, 

durante las vacaciones y los cientos de miles 

de viajes en tren, subte, auto, a pie 

y en avión que hice para sobrellevar 

la buena y la mala suerte.


jueves, 5 de noviembre de 2020

Rumania

La felicidad del campo. El camino que va en realidad desdibujándose hasta ser solo pasto. Ahí hay más caballos. Levantás la vista, hay caballos por todos lados. Se rascan unos a otros. Así se ayudan. Creés que  algún día vas a estar en ese lugar. El sol se pierde entre las nubes. Estalla lo anaranjado y ves rosas apenas mezclados con los grises. Todo esto es un lugar común pero funciona a la perfección.

sábado, 31 de octubre de 2020

Una de la mañana

Hoy por un minuto 

las cosas que nos pertenecen

dejaron de importar 

y la soledad también.

Lo negro y silencioso 

ya no duele.


martes, 27 de octubre de 2020

La ola

Una rueda gira hasta que algo o alguien, 

con poderes claramente superiores, la detiene. 


¿O sos vos el que logra salir de esa rueda y respirar?


domingo, 25 de octubre de 2020

Soberanía

Salir a ese otro mundo, entender 

las coordenadas de los barrios 

para alejarse de ellos y posarse en otras ramas 

como esos monos que andan por algunos árboles 

de algunos otros reinos, alejados, felices o tristes 

según el día, pero esperanzados con los juegos 

de ir de una rama a la otra. Así quisieras estar 

porque cada cosa tiene un modo y al mismo tiempo de otros.

viernes, 23 de octubre de 2020

Ciruelo en flor

Llovió toda la noche 

y aún cae agua del cielo.


El ciruelo en flor destella 

y la tristeza permanece alejada. 

miércoles, 21 de octubre de 2020

Lluvia

Cuando en la noche de tormenta, después de un día también de lluvia, la energía se vuelva espesa en tu cuerpo, y sientas que esa energía tiene que salir, y para eso, sin que puedas apaciguar la respiración, una luz entre por tu entrecejo, y desde ahí inaugure un canal dorado, uno que va directo a las estrellas, bien, cuando eso pase, salí afuera y dejá que la lluvia toque tu cabeza. 

A partir de ahí todos los santos de todos los mundos van a tomar tu voz y vas a gritar. Y esos sufridos van a ser los más salvajes. 

martes, 20 de octubre de 2020

Sudestada

Pensaste cosas durante muchos años 

que ahora no tienen un dejo de verdad. 

Ahora pensás otras cosas que tal vez 

no falte mucho para que les pase lo mismo. 


Sin embargo, lo que te más te gustaba 

te sigue gustando. El viento en la cara,

el mar picado, las olas hacia la costa.

La luna como una sacerdotisa

que sabe adorarte.

sábado, 17 de octubre de 2020

Bálsamo

Podías ser un bálsamo 

no eras más una lucha armada

no eras un manojo de ramas cerca del fuego

en la escalera de un teatro importante.


No eras un sapo que se equivoca de pozo

frente a un rey que necesita pisar tierra firme,

eras el árbol que espera 

los días del invierno y verano.


viernes, 16 de octubre de 2020

Soñé que eras una cosa

Soñé que vos era una cosa, un juguete, y que yo te usaba una y otra vez para mi deleite; y que estaba un poco culposo por usarte así, pero que el placer era mucho más grande que la culpa, y lo sobrellevaba. 

martes, 13 de octubre de 2020

Noche de lunes

Cuando se acumulan suficientes años, se descubre que los hechos relevantes son bastante escasos y que los esfuerzos por acumular algún tipo de importancia -de uno mismo- son etéreas y poco profundas. Y uno se queda con la vista fija en las estrellas, seguramente a la búsqueda de una idea o de un hecho que nos confirme la trascendencia de la experiencia, y en esa búsqueda, ensayando, se queda mucho tiempo.

Fresno dorado

Cuando estaba muy mal, una noche de verano de tormenta, mientras dormía sentí un ruido impactante. A la mañana siguiente, un fresno dorado había caído sobre mi pileta y sentí, creí y me convencí de que eso era la demostración de que algo en mí había caído de forma honda y finalmente. No existe nada que pueda probar eso, y no lo necesito porque en estos casos uno crea sus propias leyes. 

sábado, 10 de octubre de 2020

Así es trotar

Trotás por la calle, ves los árboles, las casas, la supuesta prosperidad de tu barrio. Ahora valorás más bien otras cosas, pensás. Hasta que por unos instantes dejás de pensar y ves todo bien distinguido, cada cosa en su propio cuerpo: la calle, los árboles, el barrio, el cielo, los sonidos, las estrellas. Por un momento sentís todo eso, y después la mente se vuelve a encajar. Y seguís trotando.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Así es

Vas en bici por una calle transitada y te pasa un auto. Enseguida, más adelante, ves un perro cruzar sin apuro; el conductor no está dispuesto a frenar. ¿Piensa pisar al perro?

Podrías decir que no imaginás cómo alguien puede llegar a esa instancia, pero estarías mintiendo. 

martes, 6 de octubre de 2020

Objetos mundiales

Tu objetivo es hacer algo que resuene en los otros pero día a día pensás en cosas cada vez más personales. Hay un mundo dentro de los objetos y vos sos uno.

domingo, 4 de octubre de 2020

Perfil

Estamos acá, es de noche 

y cualquier cosa puede pasar. 

Lo mejor es buscar algún perfil.

En la luna, el viento o los árboles.

sábado, 3 de octubre de 2020

Primavera

Hace tres días fui hasta el campo al atardecer como tantos días. Era un día caluroso, el primer tiempo templado de la primavera. La luna estaba alta y grande en el cielo al caer el sol -una moneda de fuego intenso a lo lejos como en Africa-. Los chimangos, cosa rara, noté que ahora vuelan al atardecer en sentido contrario a como lo hacían hace meses. Fui a la parte del camino donde, como hay unos grandes pinos, me gusta echarme. Los mosquitos y el calor no me dieron descanso. Emprendí la vuelta y me agarró la noche. Prendí la lámpara de mi bici y comenzó a fallar. La apagué y anduve casi en la oscuridad. Por un momento, gracias a la luz de la luna, sentí que iba en una góndola remando por un canal de Venecia. Es fantástico avanzar por el agua. 


Va en bici hasta el campo 

al atardecer como tantos días. 

Es un día caluroso, el primero 

de la primavera. La luna está alta 

y grande al caer el sol 

como una moneda de fuego. 

 

Los chimangos, cosa rara, 

vuelan en sentido contrario 

a como lo hacían hace meses. 

 

En la parte del camino 

donde hay pinos, 

le gusta echarse, pero los mosquitos 

y el calor no le dan descanso. 

 

Se sube a la bici

y emprende la vuelta 

sobre la noche que avanza. 

 

Prende la lámpara, pero no funciona, 

así que, en la oscuridad, gracias 

a la luna, sigue en una góndola 

por un canal de Venecia. 

 

Es fantástico ir por el agua.

viernes, 2 de octubre de 2020

Así fue hoy

Me levanté 5:20 a.m. porque sentí un viento fuerte. Hacía calor, había silencio. Me puse a revisar unos poemas. Cerca de las  6:30,  pasó el camión de la basura. Desayuné y me fui a dormir de nuevo. 

Vos te levantaste cuando me acosté y enseguida me abalancé en tu espacio. Dormí un poco y después me puse a trabajar. Vos estabas en ese escritorio que improvisaste en el living atareada. Los chicos hacían sus tareas; por momentos iban y venían con sus tazas. Tuve mis llamadas y después me puse a limpiar nuestro cuarto y a hacer nuestra cama. 

Almorzamos con nuestros hijos, vos seguiste trabajando y, después de mirar un poco por la ventana, hice lo mismo. Tenía que hacer varias cosas útiles. Para las seis de la tarde, después de ver la lluvia desde la galería, me fui en bici hasta el campo.

Media hora estuve por donde cruzan las vías del tren. Por momentos de cuclillas, igual que los chinos en la puerta de los minimercados. Me fijé la declinación de la luz y en los cantos de los pájaros. Algunos murciélagos aparecieron cuando los últimos patos pasaron para algún lado, y solo los teros se sintieron cuando la oscuridad fue total. 

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Atardecer cerca de la ruta 6

Pedaleamos casi una hora. Pasamos los galpones de las gallinas. Vamos con mi hijo a la parte linda del campo. Dejamos las bicis al costado y nos echamos en el pasto. No hay viento. A nuestra izquierda, el sol casi desaparece; los pájaros lo saben. Un chimango pasa sobre unos eucaliptos y planea arriba nuestro. En el fondo, las vacas pastan inmutables. La tierra en los primeros potreros está perfectamente arada. Después, viene un potrero de alfalfa y otros eucaliptos que, desde nuestro luga,r se ven pequeños. Atrás, vemos nubes bajas como montañas. Le quiero explicar a mi hijo lo que es todo esto, pero no tendría importancia.

sábado, 26 de septiembre de 2020

San Rafael

Recuerdo las noches 
en ese hotel inmenso frente al mar
rozando con la mente lo que no teníamos.

Ahora estamos frente a sus escombros 
en un intento por apegarnos a una historia más verídica.

Las olas siguen iguales. 
Hay gamas de colores en el cielo
y pájaros que van hacia el agua. 

miércoles, 23 de septiembre de 2020

El coro en Venecia

Ida y vuelta al hospital con mi hija. Rutinas y vuelta. Después un momento en bici. Ya de noche, en el frío, el mismo camino y las mismas cosas por la mente. Una góndola va por un canal. La posibilidad de ser un gran artista está en esa escena porque eso finalmente representa Venecia. La posibilidad de escuchar el sonido del agua. Las voces de los niños en una iglesia no están lejos. Cantan de manera genial. Ellos siempre van a ser más artistas que yo en muchos sentidos y en el primero y fundamental: cantan porque lo prefiere su voz; y el agua cercana también suena.

lunes, 21 de septiembre de 2020

Ciertos animales

Las garzas en la orilla bajan la cabeza 

buscando comida en el agua, 

se vuelven a erguir 

y por un instante me miran. 



domingo, 20 de septiembre de 2020

Infancia

Un barco hundido en la costa, 

un barco que veía de chico. 

Tiene manchas negras que son 

mejillones, un barco oxidado 

por un agua azul oscura 

en partes plateada.

Ve sus algas fosforescentes. 

Lo sube y lo baja, una y otra vez. 



sábado, 19 de septiembre de 2020

El sentido

Soñé que iba al galpón de las gallinas y ahí, liberado por completo de la presiones gracias a la luz de esos mismos galpones, iniciada apenas la noche, podía sentarme en el pasto a ver cómo esas gallinas comían y comían hasta que yo mismo, cada vez más cansado, me quedaba dormido y ellas seguían, supongo, comiendo.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

El destino de las gallinas

Los días en esta pandemia se van acomodando a un ritmo cada vez más firme. Un ritmo rápido, restringido y hasta monótono. Hoy volví al campo. Aleluya. Fui en bici hasta el final del camino. Fui hasta lo más lejos. Hasta Torres. A la vuelta, casi de noche, pasé por los galpones antes de cruzar la ruta seis. 

Por primera vez, el olor fuerte se mezcló con un lamento, un quejido, un mensaje cierto y fuerte de algunas gallinas. Las pude escuchar perfectamente por primera vez. Y ahí deben de seguir ellas, la pobres, encajonadas por siempre. Así son las cosas en este lugar y en el planeta. Un planeta en donde, sin duda y por desgracia, hemos llegado a este punto, el confinamiento extremo de estas gallinas y, también, la aplicación en ellas de las técnicas productivas, supuestamente en nuestro provecho, más aberrantes e insanas jamás vistas, en donde las cosas, tengo que suponer que, por lógica, van a tener que tomar algún tipo de compresión cada vez mayor, y después, esas mismas cosas, van a terminar en un estallido. Un estallido, imagino, sideral. Un catarata que irá en una caída muy pero muy grande.

Pensé en todo eso lamentablemente en el camino de vuelta. Pero, por suerte, también hice bastantes esfuerzos por circunscribir mi atención al camino, a los pocos sonidos a lo lejos, a las primeras estrellas, a los últimos pájaros, esos pájaros que pasaban como apurados y, al mismo tiempo, tal vez, culpables de haberse demorado vaya saber uno en qué. 

Y en ese declinar de la luz, los caballos seguían pastando en algunos potreros a lo lejos. Pastaban como si la falta de luz no fuese una cuestión. Hay otros galpones avícolas al principio del camino y otros al final. Ambos son mucho más grandes que los galpones que fijan mi atención. Pero ambos no tienen la perspectiva, cercanía al camino, árboles en hilera, ataduras sentimentales e historias que tienen los galpones que están apenas cruzo la ruta seis. Hoy por suerte los vi otra vez después de varios días de pensar en ellos. Y ahí siguen. Ahí están quién sabe por cuánto tiempo más.

martes, 15 de septiembre de 2020

El filo de las cosas

Estamos en el filo de cosas 

que ahora esparcidas

ruedan hacia el mar.


Ese mar suena en la lejanía. 

Nosotros, alrededor del fuego, 

viéndonos por momentos las caras, 

rozándonos apenas, hablamos 

de las desgracias y la suerte 

mientras las cosas no paran de rodar.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Aquellos escritores

Un espacio de luz en la orilla

en la parte donde cerca y más arriba 

los gallos duermen a la espera del día. 


De eso habla, supongo, 

lo que reverenciábamos. 

De la fuerza impalpable sobre el mar.



viernes, 11 de septiembre de 2020

Dos días

Ayer estuve con mi hijo frente al campo, 

con las bicis acostadas, sentados, nosotros,

y los pinos detrás aullando con el viento.


Y hoy estuve hablando con un amigo,

frente al río, fijo en el sol yéndose,

con el agua bajando hacia el mar.


Son cosas que vale la pena anotar.


miércoles, 9 de septiembre de 2020

Acumulan años

El tiempo pasa rápido, 

cada vez más rápido.

Cuando éramos jóvenes, 

ese tiempo era más lento.


Una curva suave 

entre las montañas


que después se volvía 

más pronunciada 


y, casi enseguida 

dejaba ver 

un valle. 

lunes, 7 de septiembre de 2020

La noche amada

La noche se acercaba cuando salí por el campo. 

La noche amada y querida por los que alguna vez 

tuvieron la oportunidad de ir por la oscuridad y el silencio.


La noche, decía, esa noche, se acercaba por todos lados 

hasta que mi cuerpo estuvo tan oscuro como ella. 


No había ruidos cuando pasó eso.

Los pensamientos por fin aparecían con su forma. 

Y los suaves pasos lograban que una a una 

las estrellas aparecieran mientras permanecía 

acostado en la tierra, al costado de la ruta, 

feliz porque ningún auto pasaba.


domingo, 6 de septiembre de 2020

Así veo el mundo

Me gustaría hablar de algo conciso y útil alguna vez, pero es difícil porque en realidad es un tanto resbaladizo el mundo, y por supuesto uno anda por ese mundo y, con los años, ya ha tomado nota de la falta de entereza que, en definitiva, tiene para enfrentarlo. Es decir, es muy difícil sostener algún tipo de inspiración, de bienestar, o de un mínimo tranco que nos permita ver lo que tiene ese mundo de bondadoso. En especial, porque el mundo, es sabido, no es bueno ni malo. Negro ni blanco. El mundo básicamente no tiene ningún tipo de atributo moral o ético. Se hace a su propia manera y según esa manera duerme y se despierta, día tras día. Y según esa manera deja ir y venir a sus criaturas. 

Y a nosotros, por otra parte, nos toca darle algún tipo de lustre, sentido o historia. Algo, lo que sea que nos justifique. Lo que sea que nos distinga frente a la enorme porción de indolencia que tiene lo que permanece enfrente.

viernes, 4 de septiembre de 2020

A lo lejos

Dormís en una cadena de sueños. 

Tienen que ver con tu historia, tus miedos, 

la fuerza que necesitas ahora y en el futuro, 

la razón de muchas otras cosas que solamente intuís. 


Hay animales en las praderas en los sueños. 

Hay sauces y álamos detrás de los juncos. 

Patos que vuelan. Fuertes vientos. 

Pastos en los rincones de las partes más lejanas 

y una forma de decir las cosas que persiste  

en tu mente. Maneras de recordar la isla. 

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Más acá o más allá

En realidad seguimos en esta situación de aislamiento, pandemia e incertidumbre que tanto malestar y a la vez tantos desafíos, y a su tiempo tantas alegrías, nos ha traído. Es decir, vemos todas las noches series, vemos en el día chimeneas a lo lejos, árboles, vemos el cielo gris y después despejado, volviéndose de un celeste casi azul, vemos eso que tantos años, tantos otoños, inviernos, primaveras y veranos no pudimos ver por estar comprometidos con el tipo de rutinas que tienen que ver con ciertas seguridades que, por supuesto también, no aparecían demasiado creíbles, y de ahí se deriva nuestra angustia por más que estábamos, supuestamente, firmemente amarrados a ciertas estructuras conocidas. 

Todo era bastante falso en nuestros días y peor: en nuestro años, en nuestras décadas y más décadas que se han apilado para después -qué triste decirlo- ir a parar bajo tierra húmeda con vista privilegiada a una lápida. Hemos sido de alguna manera engañados por nosotros mismos. O mejor dicho: hemos sido engañados por la porción de nosotros mismos que pertenece de manera irreductible a un sistema porque esa pertenencia -y en esto tiene razón debe decir- es la única forma, es la concesión por excelencia, que debemos a hacer para tener ese tipo de cordura que nos hace acercarnos unos a otros y darle combustible al sistema, ése que después nos absorbe. 

martes, 1 de septiembre de 2020

Gotas sobre el techo

Caen las gotas sobre el techo. 

Llueve, soy feliz. Estoy tranquilo. 

Las cosas se acomodan a los espacios. 

Ya no hay más pretensiones en esta comarca, 

ni la que sigue, ni en cada una de las 

estaciones que dividen el planeta. 

Los seres que antes trabajan, ahora duermen.


Los cantos que antes debían ir por la tierra

ya no se escuchan. Ya no hay un deber. 

La felicidad llegó.


Ya los niños de las casas prefabricadas

duermen o juegan en sus tan queridas camas.

No voy a pensar más en el paso del tiempo o en la muerte.

Voy a ser un animal frente a la lluvia en su cueva.

lunes, 31 de agosto de 2020

Campo intrigante

Vamos con mi hijo en bici al campo.

Las forma de las nubes se vuelven más inciertas 

en la medida que se juntan unas con otras.


Las razones de los vuelos de los chimangos 

hacia los grandes eucaliptos, al caer la tarde, 

siguen siendo un misterio. Del mismo modo 

que me intriga la fuerza guardiana 

de los teros durante la noche.


Como me intrigan la mayoría de las cosas 

que ocurren en torno al paso del tiempo, 

la muerte, la consumación de los encuentros

extraños que después, la verdad, 

nadie puede relatar bien.


Los sueños también. 

Los sueños son de lo más extraños. 

No está claro cuáles son 

las razones de la mente para hacerlos rodar.

Como no está claro 

cuáles son las funciones que nos empeñamos 

en desarrollar durante la vigilia 

cuando los pájaros alzan su voz. 

domingo, 30 de agosto de 2020

Una estrella más intensa

Vas otra vez al campo en bici sobre el filo del atardecer. Las cosas tienden a perderse en la oscuridad, y lo mismo los ruidos. Cuando todo está oscuro, te sentás entre la tierra y un poco de pasto al costado del camino con la bici a tus pies. Mirás la luna. Ves las nubes iluminadas. Al costado de la luna, una estrella parece más intensa que las demás. Más cercana incluso. O en realidad parece pintada en un decorado. El escenario es el del teatro Colón. Estás en paz. Nada se mueve, no se escucha más que unos teros a lo lejos, no hace frío. De pronto un auto se acerca y decidís que lo mejor es seguir camino. 

sábado, 29 de agosto de 2020

Las noticias

Voy con mi hijo como tantos días al campo en bici y en un determinado lugar nos echamos junto al camino boca arriba a ver los chimangos que pasan sobre el filo del día. Van hacia un grupo de eucaliptos que hay casi en el horizonte. Pasan de a muchos. No me puedo imaginar por qué vienen todos del mismo lugar, por qué no se dispersan más para trabajar en la zona. 

miércoles, 26 de agosto de 2020

Soñó que había canal

Soñó que había un canal y que en ese canal, en una balsa, tocadas por las ramas de unos sauces, se ponían unas chicas a cantar. Y soñó que de ese canto saldrían imágenes que lo colmarían de lindas sensaciones, y que después, ya en un castillo ubicado en un lugar  húmedo y neblinoso, con bandadas de palomas cruzando el cielo por detrás, las cosas tendrían a volverse quietas y silenciosas, y en ese estado sería aceptado por los que deben aceptarlo. Pasaría eso finalmente. Y así podría descansar en el medio de un jardín con rosales podados de una forma sumamente lograda. Y al día siguiente se pondría a trabajar en ese jardín y cerca de la noche lo prendería fuego y se iría a otro valle. 

jueves, 20 de agosto de 2020

Trabajar la piedra

Supuso que trabajar la piedra sería 

sumar beneficios insólitos y sorprendentes

y que los pájaros que alguna vez recalaron en ellas 

estarían representados por las formas que saldrían de lo duro.


Y supuso también que después 

esas formas se volverían las suyas.



martes, 18 de agosto de 2020

Los tesoros

Llegar a un final sin que eso 

sea algo parecido a un tesoro.


Y sin embargo los logros de este final 

relucen mucho más que cualquier punto 

en el centro del mejor espacio del mundo.


Esos logros te dejan en el medio 

de un desierto y ahí los pastos secos 

cruzan la tierra, y vos, bajo el cielo intenso, 

seguís viaje con la mirada.


Ya no hay que llegar a un punto. 

Ya no hay uvas en el plato.

Están, como dije, el desierto inmenso, 

el pasto viajando gracias al viento 

y el cielo ocultando lo demás.

En la tierra helada

  Pero a los pocos días, andando por el jardín de tu casa, pisé unas hormigas y aparecieron de nuevo las tragedias que podrían tocarme en la...