Cada noche empotrada en la pared
el aguila del reloj nos custodia
con sus alas de ébano en una casa
con paredes anchas y tejas
de un rojo opaco gastado por el verdín.
*
Víctima de tus cosquillas,
termino sumergido
entre sábanas con uvas
perfectamente dibujadas.
*
Que no se vaya
entre puestos y personas,
pensé en la feria, y me pareció
que murmuraste: no me voy.
*
En la galería de la casa
muchas rayas cruzan el suelo.
Baldosas negras y blancas;
las miro cuando estoy acelerado.
*
Mi temor es que tarde o temprano
pienses que no hay espacio
y las palmeras dejen
de resultarte especiales.
*
El viento sobre los juncos
y las hojas cayendo de las acacias.
Las golondrinas tocaban el agua,
la corriente nos llevaba, fue necesario
agarrarnos de unas ramas.
Te lo dije: no deberíamos
adentrarnos tanto en el río.
Los peces nos parecieron tibios,
después fuimos acostumbrándonos.
*
Arriba, nubes en ceremonia,
paredes de eucaliptos y un techo
que era la sombra enorme de los árboles.
*
De los ceibos, calandrias
y zorzales se han ido;
solo queda el aire fresco
del final de la tarde.
*
Un barco echa humo
y los tripulantes arrojan sus redes.
*
Es la hora del té. ¿No las ves?
Diminutas en el agua algunas
hebras también nadan.
Más tarde, vimos el pez
ahogándose en el balde
y las burbujas yéndose
entre las piedras.
Esas burbujas
se delizan por el agua
hasta el borde ennegrecido.
A esas burbujas las sigo siempre.
*
La idea es bajar
entre cardos con puntas violetas
por senderos casi imperceptibles
hasta donde los duraznos
son despedazados por los pájaros.
*
A la siesta, ensayamos
detrás de la puerta,
en la oscuridad, tocándonos
mientras lo desparramado
nos marea, desespera y sonríe.
*
Serenar al cuerpo aunque más tarde
tengamos que hacer lo mismo.
*
Una linterna nos permite ver
el polvo elevándose en el puesto
semidestruido cercano a la ruta.
Plantas opacas y troncos anudados.
Por esa ruta casi no pasan autos.
*
Bordeando la pared veo las baldosas
calientes donde estuvimos acostados.
Había un sauce curvado. Casi fosforescente,
tocaba el río con sus ramas: ahí mismo
te sostuve sobre el agua.
*
Ahora todo esto viaja
como el panal que prendimos fuego.
Las abejas volaron y nosotros corrimos
con alcohol y fósforos en la mano.
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