jueves, 30 de noviembre de 2023

Una lengua fosforescente

 

Decías que con ese nuevo lienzo por fin dejarías de pintar las grandes telas que no te conformaban. Pero en eso discrepaba porque hay un cuadro de esa época en particular, un lienzo de 120 cm por 100 cm, que está muy logrado. El lienzo deja ver dos imágenes. En el lado izquierdo, se ven unos juncos entre los que una víbora aparece justo donde las ramitas son más delgadas. Y más adelante de esa imagen, en un espacio de pasto, se ven unos niños de unos cinco o seis años pintados de un modo infantil, acostados en el pasto, dibujando. Y a su vez, en la parte derecha del cuadro, cerca de ellos, la serpiente les muestra una lengua fosforescente

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Los vecinos jabalíes

 

Desde hace años, dijimos sentados en ese banco, nos empeñamos en pintar imágenes que generen fuerza, un ímpetu, la alegría en los lindes de la angustia. Terminaba una tarde apacible cubierta de nubes. Ni el más mínimo viento. Es como si quisiéramos poner una piña luminosa en un árbol, agregaste. Pero no hay aspecto luminoso por siempre, continuaste, solo los cuentos son por siempre felices, concluiste. Una mueca encantadora tuvo entonces tu cara. Tenías apoyados tus manos en el banco porque estabas sentadas bien al borde. Y sin embargo, comenté, ciertos recuerdos los tengo totalmente iluminados. Aunque es cierto: ellos solo permanecen en mi cabeza... Ya son parte del pasado. Después, me contaste de tus ganas de crear una serie de cuadros sobre la lógica de la depredación. La depredación del hombre, aclaraste. Y para eso, dijiste, quiero retratar la voracidad de unos jabalíes. Quiero pintarlos mientras comen. hacinados en los corrales de un monasterio. Una imagen que se verá desde cierta altura. Porque mi idea es que también se vea un corral contiguo. Y en ese corral, unos migrantes amontonados como ganado, mirarán comer a sus vecinos del otro corral, los jabalíes…

 

martes, 28 de noviembre de 2023

Unos pinos altos

 

Me acuerdo que la plaza tenía dos torres de un estilo gótico de piedra y en algunas partes la piedra era casi rosada, y en otras tenía un gris claro. Y hacia un costado había un edificio con un jardín en el frente donde se veían unas esculturas con diferentes grises. “Municipalidad” se leía en letras talladas sobre la entrada de ese edificio. Con los años, dijimos, las cosas toman un curso previsible, pero quedan atisbos, instantes donde las ventanas quedan abiertas para disfrutar de unos pinos altos, bellísimos. Unos pinos erguidos a lo largo de jardines muy amplios, acotaste, y en mi cabeza esos jardines fueron los de la quinta de mi abuelo. Para ese entonces caminábamos por la rambla en dirección hacia la península. Nuestra idea era llegar a un espacio donde había palmeras en hilera para, una vez en el lugar, elegir un banco y sentarnos a contemplar el mar.

lunes, 27 de noviembre de 2023

Grandes pétalos

 

La nube se movía apenas en el medio del cielo mientras en los cables de luz cantaban unos zorzales. No se puede conocer lo que celebran los pájaros, dije. Pero esa tarde al menos seguíamos esperanzados con encontrar un lugar donde descansar al sol. Sería algún momento de un invierno porque en mi recuerdo me veo con ropa de abrigo. Caminábamos en busca de un banco por la rambla mientras un viento tibio nos tocaba. Recordé entonces por un instante las antiguas estatuas griegas que admirábamos de jóvenes. En mi cabeza, eran parte de una colección de “Arte universal” que pertenecía a mi abuelo. Después, me hablaste sobre tu próxima serie de cuadros. En un primer plano, dijiste, se verían grandes pétalos naranjas, rojos y amarillos que irían hacia un ocre espléndido, y me explicaste que entre los pétalos se verían pueblos y campos donde habría vacas y caballos pastando junto a ovejas con las patas y el hocico negro. Sí, dije, las ubico perfecto a esas ovejas. Suffolk, se llaman…

 

domingo, 26 de noviembre de 2023

La nube se movía apenas

 

La nube se movía apenas en el medio del cielo mientras en los cables de luz cantaban unos zorzales. No se puede conocer lo que celebran los pájaros, dije. Pero esa tarde al menos seguíamos esperanzados con encontrar un lugar donde descansar al sol. Sería algún momento de un invierno. Caminábamos en busca de un banco por la rambla mientras un viento tibio nos tocaba. Recordé entonces por un instante las antiguas estatuas griegas que admirábamos de jóvenes. En mi cabeza, eran parte de una colección de “Arte universal” que pertenecía a mi abuelo. Vos entonces me contaste cómo sería tu próxima serie de cuadros. En un primer plano, grandes pétalos naranjas, rojos y amarillos que en tu primer cuadro irían hacia un ocre espléndido, y me explicaste que entre los pétalos se verían pueblos y campos donde habría vacas y caballos pastando junto a ovejas con las patas y el hocico negro.

sábado, 25 de noviembre de 2023

Cuando te adentraste en el agua helada de la orilla

 

Cuando te adentraste en el agua helada de la orilla, al sentir las pequeñas olas, mirando el horizonte, pensaste que si cambiaras tus creencias el mundo continuaría igual, con las mismas olas, el mismo aire. ¿Y la angustia sería también la misma? Al menos por un instante el mar a tus pies te pareció diferente. Y fue un instante liberador, distinto a los incontables pensamientos que tenías y olvidabas. Sonreíste pensando en cómo retener ese momento. Cómo atesorarlo. Ese descubrimiento, y esto te lo prometiste con seriedad, sería clave para enfrentar tus temores. 

 

viernes, 24 de noviembre de 2023

Ahora está claro

 

Al fin una luz donde nada pesa fuera de la voluntad de uno, el deseo es la esfera más naranja de todas las esferas, alumbrándose a sí misma en un mar violeta que es azul y termina siendo agua. Sin color, sin olor, sin un matiz capaz de decir algo. Solo agua bajo un sol que sube a través de una isla redonda que tiene pájaros, lobos marinos, orcas y otros animales que estaban en tu bañera caliente hace muchos años. Esa sensación es de placer y se la debés al deseo. Ahora está claro.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Los gorriones estaban cerca de mi ventana...

 

Soñé que tomabas sol en una reposera ubicada en la proa de un crucero. Yo estaba a tu lado fijo en la hermosura de tu cuerpo y su bikini blanco. Unos hombres también miraban a poca distancia cómo acomodabas ese bikini a cada instante. Acercándome, te preguntaba si querías tomar un gin tonic y vos, siempre con tus anteojos negros puestos, mirabas para cualquier lado mientras los hombres seguían acechantes. Yo pensaba en tirarme por la borda para generarte un sentimiento de culpa. Pero como no iba a ser capaz de hacer algo así, pensaba en ir hasta mi camarote a esperar que mi suerte cambie… Y en eso estaba cuando sentía unos gorriones cantando en algún lado, y esos gorjeos en el sueño me tranquilizaban. Debían de estar en alguna parte del barco esos pajaritos, me decía. Entonces, me desperté y me di cuenta de que los gorriones estaban cerca de mi ventana…

 

miércoles, 22 de noviembre de 2023

En ese tiempo...

 

En ese tiempo, un día de mucho frío, al entrar a la catedral para ver la primera comunión de un sobrino, fui hasta un costado donde había gente aburrida —aunque no tantos como en la nave central—. Mi intención era ver al obispo sobre el púlpito así que me acerqué para estar junto a unos niños que esperaban su primera comunión frente al obispo. Y de la nada me pareció ver algo cerca de un niño que miraba hacia el techo. Una luz desde un vitral tocó su hombro por milésimas. No llegó a ser del todo un pájaro, pero en cierta forma lo era, porque aleteaba, y desapareció. 

 

A la salida de la iglesia descubrí al mismo niño imitando el canto de los gorriones. Escucharlo era como oír un río sonando. O como cuando cae agua y más agua... 

martes, 21 de noviembre de 2023

La rueda de la fortuna

 

Y ahora que busco en mi cuaderno, noto que tengo anotado otro poema. Cerca de la costa, en una isla, estábamos en un laberinto que, según nos explicaba una guía muy simpática, había sido construido por los antiguos habitantes de la zona durante al menos cien años. Lo hicieron, decía en el poema, gracias a un esfuerzo que costaría mucho describir, pero al final pusieron cada piedra tan bien encastrada que del cielo recibieron una luz que tocó su entrecejo y así nació en ellos la fuerza para terminar una escultura gigante: círculo de piedra de granito negro. suspendido en la cumbre de una montaña sin otra cosa que el cielo arriba. La rueda de la fortuna.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Ibas a valorar ese tiempo

 

Al día siguiente, escribiste algo en una pared de un baldío e hiciste un dibujo de un caballo con trazos estilizados muy logrado, pero no puedo recordar qué escribiste abajo, más bien a un costado. Me parece que algo que hablaba de los sueños... Me apena no haber anotado esa frase y también me resulta raro: para entonces ya había pensado cuánto iba a valorar ese tiempo. 

 

domingo, 19 de noviembre de 2023

Por aquellos días

 

Por aquellos días también, más que nada, estaba empeñado en construir una biografía que perseguía un dramatismo un tanto forzado. Leía a poetas  malditos y escuchaba canciones que hablaban de todo lo oscuro que tiene la vida. Había aprendido que los motivos trágicos tienen más calado que cualquier otro discurso, y por ese motivo había pintado en tonos verdes un cuadro de un recién nacido amamantándose en un tren que recorría un campo en llamas. El fuego se podía ver en cada una de las ventanas del tren. La imagen central era la de una mujer sentada con su hijo sin una expresión definida en la cara. Tal vez la mejor forma de describirla sea indiferencia. 

 

sábado, 18 de noviembre de 2023

Los rasgos de un león

 

De algún modo, quería explicarte, intento justificar mi vida en función del arte. Otra muestra más de mi complejo de inferioridad… Esa mañana tratábamos de encontrar un motivo para un cuadro y por eso, señalando los carpinchos, dije que me gustaría pintarlos junto a los patos. Como ellos, te aclaré, mi deseo es descansar al sol plácidamente. Pero para tener un descanso bien ganado, primero debería pintar a las figuras en el lugar exacto. El lugar que les corresponde en el paisaje. Solo cuando está bien planteada la composición se destaca la imagen. Ese es en definitiva el secreto de cualquier cuadro memorable, concluí mirando una nube, iluminada apenas por el sol, que tenía los rasgos de un león. 

viernes, 17 de noviembre de 2023

Oscuridades del agua

 

O al menos esa escena alguna vez llegó a mi cabeza en Paris mientras miraba las terrazas de los edificios más bajos de enfrente. Atrás, se veía la torre. Una imagen que dibujé después con lápices de colores con mucho detalle. Mi intención era pintar un oleo de dos metros de largo y de alto. Pero ese óleo finalmente, por desgracia, no lo pinté nunca. En la imagen, el iceberg sobresale del mar. Lo mejor de todo es que tiene las sombras del hielo bien realzadas, oscuridades del agua que se comunican con otras más grandes. 

martes, 14 de noviembre de 2023

El blanco del iceberg

 

Esa tarde la habíamos pasado en lo alto de la montaña sorprendidos porque no se escuchaba ni un pájaro; apenas el ulular del viento. Parados sobre una roca, vimos lo terroso y lo rojo de las montañas maravillados por el silencio. A lo lejos, todo era frío y salvaje, y a la vez calmo... 

 

La calma de los paisajes. Qué cosa tan difícil de captar. Puede uno encontrarlo en el medio de las montañas o en el mar. Da lo mismo. Es como cuando el océano oscuro permanece a la espera de un iceberg. Momentos que cuento con los dedos de una mano. Tiempos que generan un fenómeno extraño. Es como si desde las alturas un fruto cayese del pico de un pájaro sobre el blanco del iceberg… 

domingo, 12 de noviembre de 2023

En el cuadro

 

En el cuadro se veían también letras en el lado derecho de la luna y se llegaba a leer en cursivas: “Esperamos que “Ella” retenga algo del tiempo”.. Y la palabra ella estaba en mayúscula, e incluso más grande que las demás… Me pregunté entonces por qué ciertos momentos se elevan sobre otros, y por qué muchos, si bien son intrascendentes, permanecen grabados como una ola que anuncia lo que desde hace mucho quiero pintar. Más que nada siento ese impulso, esas ganas de pintar, en los lugares más abiertos de la ciudad, los días de viento, en soledad. 

 

sábado, 11 de noviembre de 2023

Caras risueñas

 

Llegué recién a una foto que nos muestra con un cuadro que habías pintado ese verano. Un lienzo de por lo menos 120 cm por 100 de ancho que muestra la luna sobre el agua. En la parte alta del lienzo, la luna tiene un blanco transparente y en su volumen se ven como unas parcelas de campo marcadas. Habías buscado cierta plasticidad en la luna y lo habías logrado siguiendo esas líneas al punto que, gracias a esas líneas, el espectador descubría que esas parcelas armaban caras risueñas, inalcanzables, calmas. 

viernes, 10 de noviembre de 2023

Un cuadro fantástico

 

El caso es que al hacer eso, al rememorar los días, de vuelta escribiendo a mano, en el juego de recuperar aquellas imágenes, llegué a las galería de la Academia donde había un cuadro que mostraba torres ardiendo en sus cúpulas. Recuerdo que en ese cuadro también se veían pantanos de un verde grisáceo. Por la elección de los colores, el cuadro da la impresión de que en un día de invierno. Lo más atractivo es que tiene un detalle muy acertado: hay un fuego que destella también en los pantanos. Es un cuadro fantástico. 

jueves, 9 de noviembre de 2023

Revelación

 Me levanto en el medio de la noche 

e intento meditar. 

Como siempre los pensamientos no ceden,

y sin embargo no me doy por vencido

y en cierto momento, más allá 

de todas las miserias de este mundo,

encuentro una fuerza lejana y esquiva

que ubico certeramente en el cielo.

Lo que viví hasta entonces de pronto es diminuto,

 no tiene demasiado volumen y además ha sido 

un compartimento con paredes que tenían 

escenas que pensaba que eran verdaderos días...

Por un instante, siento una tranquilidad inusual,

y pienso que seré capaz de retener esa revelación. 

Pero ella tiende a irse, y por eso la llamo,

la convoco conmigo.



miércoles, 8 de noviembre de 2023

En esos días

 

En esos días, poco después del amanecer, los gorriones buscaban semillas en el barro sin descanso, y al tiempo partían, volaban, y solo quedaba la despedida de la luz que ensayaban unas ranas. 

 

martes, 7 de noviembre de 2023

Contemplábamos el mar

 

Me acuerdo que la plaza tenía dos torres de un estilo gótico de piedra pulida. En algunas partes la piedra era casi rosada y en otras de un gris claro y hacia un costado había un edificio que tenía un jardín angosto donde se veían unas esculturas con diferentes grises. “Municipalidad” se podía leer en letras talladas en la entrada. Con los años, dijimos, las cosas toman un curso previsible, pero quedan atisbos, instantes donde las ventanas quedan abiertas para disfrutar de unos pinos altos, bellísimos. Por ese entonces caminábamos seguido por la rambla. Tomábamos hacia la península con la idea de llegar a un espacio donde había palmeras en hilera, y en ese lugar elegíamos un banco de plaza y contemplábamos el mar.

viernes, 3 de noviembre de 2023

Serpientes verdes y celestes

 

Después, seguimos de la mano camino por la rambla y nos detuvimos en una fuente para ver cómo el viento movía el agua. A un costado, dos zorritos blancos en un cartel de publicidad nos enternecieron. Pero al lado del cartel, noté enseguida, en una pared de un edificio abandonado, alguien había pintado montones de huesos y arriba un círculo rodeado de serpientes verdes y celestes. “Dark”, decía el círculo en letras violetas sobre un fondo amarillo.

 

jueves, 2 de noviembre de 2023

Atesorar

 

Día de primavera ventoso, gris y frío. Miro por la ventana. Un vecino del antiguo y elegante edificio de enfrente abre sus ventanas y apaga un aire acondicionado que estará en calor. Recién entonces mirando esa ventana abierta caigo en la cuenta: ese edificio, tan parisino y con departamentos tan grandes, debe tener cuartos que den al patio interior donde mi vecino dormirá alejado de los ruidos de la calle. 

A mi vecino lo veo a veces fumando en el reducido balcón, mayormente espiando un poco como hago yo  lo que pasa en una calle que baja. Tiene un padre que debe rondar los noventa años y en mi imaginación este hombres es un ser solitario que no hace mucho de su vida, pero se mantiene delgado, fuma y cuida a su padre. Y lo hace sin siquiera esperar heredar su fortuna porque ya no lo importan esas cosas, aunque sí vivir en ese palacio y fumar tranquilamente mirando desde su balcón, igual a como miro yo. 

después, agradezco tanto que siga el frío un poco más, como si el invierno nos quisiera bañar con su fuerza un poco más y al mismo tiempo estuviese seguro de que la extensión de los días, el verde de los árboles, nos reconfortase para que pensemos que el frío es un último regalo que conviene atesorar.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Una luz de invierno

 

Fue una tarde en que la luz del invierno nos dio mucha tibieza mientras caminábamos. Atento al mar, pensé en pintar un espacio con muchas franjas que irían del verde al celeste, y después seguirían hasta el azul y los violáceos. Canales con luces y sombras. Todos capaces de seguir hasta unos amarillos y naranjas muy desaturados que representarían lo soñado. Para entonces, gracias a la calma de principios del invierno, veíamos de pie frente al mar unos gaviotines que iban por la orilla. Despacio, fuimos detrás de ellos hasta un riacho que llevaba una rama, que enseguida chocó con una roca y siguió viaje. Pocas personas andaban por la playa. El año nuevo llegaría pronto. 

En la tierra helada

  Pero a los pocos días, andando por el jardín de tu casa, pisé unas hormigas y aparecieron de nuevo las tragedias que podrían tocarme en la...