viernes, 31 de marzo de 2023

Esos brazos del río que podían nadarse a caballo

 

Acomodándote en la reposera, dándome espacio en un costado, en el sueño me decías: “Vení conmigo.” Pero cuando me sacaba la remera para ir a tu lado, te levantabas alarmada. —La casa de Anselmo está en llamas —decías señalando el río. Y era verdad: en los plumerillos cercanos al agua había fuego y también en la casa. Entre el humo, unos carpinchos huían del fuego. —Deben ir —decías angustiada— hacia los brazos del río. 

 

Esos brazos que podían nadarse a caballo con el riesgo de encontrar yararás también en el agua. 

jueves, 30 de marzo de 2023

Esa misma noche

 

Esa misma noche soñé que estábamos junto a la pileta rodeados de una bruma incipiente. En una reposera, disfrutabas del sauce gracias a que un leve viento movía unas ramas sobre tu cabeza. No había en tu cara un rasgo de imperfección, tampoco de soberbia.

 

miércoles, 29 de marzo de 2023

Decías

Decías, preciosa, frente al templo tan hermoso, al fin y al cabo, los más grandes maestros, los iluminados, fueron los creadores de todas las religiones que abrazan a los hombres, los quieren tener en su cuerpo, les dan una estructura, un orden, colores, un mandato, una línea que los circunda, los moldea, los determina, los pisa también, los fuerza a vivir en sus jaulas, en sus límites...., no sé cómo decirlo....


martes, 28 de marzo de 2023

Esos largos inviernos

 

 

Quería que vuelvan esos largos inviernos para sentir el aroma a leña quemándose junto a la perra pacífica en el silencio del campo helado. Pero ese tiempo se había ido con la leña de los árboles que ardieron en la chimenea. Y lo mismo podía decirse de tantas oportunidades para descubrir infinidad de cosas. 

lunes, 27 de marzo de 2023

Los peces rozaban sus ramas

Era el final de una tarde nublada y apacible. Miré la orilla: las ramas del sauce tocaban el agua. Me pareció incluso que los peces rozaban sus ramas. Después, hablamos de cuando el pasto se oscurece, los pájaros todavía no duermen y las luces, declinando, empiezan a arroparnos. ¿Vos percibís lo mismo?, pregunté, ¿existe un punto donde nuestros cuerpos dejan de pensar y sienten como los pájaros? 

 

 

domingo, 26 de marzo de 2023

Las sombrillas descoloridas

 

Cuando la tormenta terminó, goteaban las sombrillas descoloridas de la terraza. Las estrellas en el cielo bajaban hasta el río. Sentados en la roca más alta, nos reíamos de tu abuelo que, con tono impostado, esa tarde había vuelto a hablar de mujeres con poderes sobrenaturales. Las visitaba, nos aclaró, en noches cerradas. Seguramente, como otras veces hablaba de prostitutas que conoció los años en que tenía un campo cerca de la frontera.  “Más al oriente”, dijo, “en un lugar como éste estaban esas mujeres”, y señaló el galpón, “se parecía bastante el lugar…” 

 

sábado, 25 de marzo de 2023

Una vida 3

Primero pasos. Idas a Punta del este con mi abuela para quien soy el príncipe que, por lo visto, ha estado esperando mucho tiempo. Todo muy distinto a mi madre, quien es poco más que una adolescente. Muy poco más. Y lo mismo mi padre que cada día lucha con su confusión enorme a fuerza procurarse un lugar de algún lustre social. Tener una profesión, hacer dinero, obtener un especio digno de admiración, creo que en lo más profundo pensaría eso.



viernes, 24 de marzo de 2023

Camino al pueblo

 

Camino al pueblo. Fui de tu mano silbando por un espacio de araucarias que a medida que avanzaban sugería otra presencia, ojalá que divina pensaba, situándose encima. Los perros dormían al sol junto a la puerta de la casa de Anselmo. Todo el tiempo, pensaba en aquel verano, cuando al amanecer, a la salida de los bares, soñábamos con cosas que nunca llegarían. Ser artistas, conocer el mundo… Días que ahora tienen colores y cantos provenientes de las olas en algún lado, del océano incluso gestándose. Los márgenes donde empiezan los instantes fugaces. Aquel verano, me dijiste: “Me gusta este bar.” Tenías la vista en unos pajaritos que aprovechaban las migas. Y giraste la cabeza para recibir el sol en tu cara. 

jueves, 23 de marzo de 2023

La luz del amanecer asomaba por las copas

 

 

En mi sueño, un pozo me hacía caer del caballo y dos toros, al verme en el suelo, arremetían al trote. Me iban a pisar, pero no lo hacían. Con lo justo me esquivaban. 

 

Después, levantando un brazo, me saludaban unos peones que pasaban por el río subidos a los camalotes. Los mismos que veía de chico en el barco de madera que parecía un pueblo flotante. 

 

Al despertar, la luz del amanecer asomaba por las copas. 

 

 

miércoles, 22 de marzo de 2023

Una vida 2

 

Nací con el píloro tapado y casi me muero. Eso lo he comentado muchas veces y, por lo tanto, lo he tenido presente infinidad de veces como justificación de conductas, sentimientos, incluso hechos. Llevo todavía la cicatriz de forma visible. 

Esa operación entonces, sostengo, es el punto más importante de mi vida y por ende todo lo que pueda contar de ahora en más debería ser tomado -por mí mismo en especial- como algo secundario. Haber sobrevivido a ese tiempo, recién nacido, después de que un médico se negase días y días a operarme, y luego otro médico, de nombre Gianantonio, se decidiese por proceder a la operación -cuando había perdido peso y mi vida corría peligro- es crucial. Nacer para casi enseguida morir, pero zafar, a lo último, y quedar aterrado.

Nota: ahora que lo escribo aparece en mi cabeza una cruz grande de color violeta que me lo indica. No sé dónde está esa cruz porque mi cabeza no me lo dice. Ni sé si tiene algo a los costados. Pero aparece con claridad. Cubos de acrílico luminosos la arman. Y no sé bien qué significa, y tampoco quiero romperme la cabeza para descifrar algo porque las interpretaciones, con el correr de los años, he notado que son aproximaciones bastante débiles a un carozo con lava en su interior. Energía naranja.

martes, 21 de marzo de 2023

Una vida


Un vida. Debía contarla y para eso debía levantarme cada mañana y antes de ir a trabajar, antes de ganarme el pan, debía escribir al menos una hora, cosa de avanzar. Y eso hice. Pero todo lo que conté era mi vida y mi vida no podía ser contada porque significaba hablar de cosas que otros no debían saber. Porque me convenía no confesar ciertos actos y porque era mejor que otros no se enterasen de mis indiscreciones. No quería herirlos. Y sin embargo mi vida era lo mejor que tenía para contar...

lunes, 20 de marzo de 2023

Florecitas naranjas

 

 

Te gustaba, decías, un árbol con florcitas naranjas encima. A medida que  el sol ganaba altura, noté que los trinos se apaciguaban. O tal vez era mi impresión. Me gusta el carácter de ese árbol, dije. Las cosas de por sí no tienen “carácter”, dijiste, uno se lo asigna.  Sin embargo, para mí había algo apenas sugerido en ese árbol y también en la piedra a mitad del río. Y de eso hablaba… De cosas que gracias a la belleza se unen... Pero mis teorías, decías, no estaban bien planteadas. 

 

 

domingo, 19 de marzo de 2023

La última de las playas conocidas

 

Esa mañana, un pajarito saltaba por las ramas de un árbol del que desconocía el nombre. Las golondrinas se dispersaban y por otros momentos se unían. Las rocas en esa parte del río eran rojizas con manchitas negras concentradas en lo alto. “Arman dibujos”, comentaste señalándolas. En los juncos, cantaban montones de ranas. Llovía y en dos gatos, bajo un ceibo, miraban unos zorzales que iban por el pasto. Más lejos, por la planicie, dos peones avanzaban a caballo. No sabría decir por qué pero me parecieron espíritus recién nacidos. Ajenos al mundo, ingenuos. La lluvia mojaba sus cabezas mientras ellos avanzaban hacia la última de las playas conocidas. Arreaban una tropilla. “Lo soñado está cerca”, me dije. 

 

sábado, 18 de marzo de 2023

Cómo arman los patos sus líneas en el aire

 

En tu recuerdo, los caballos se desbocan por calles que tienen límites difusos gracias a una niebla que envuelve los días de invierno. Un bote reposa en un río con agua casi dorada. Se va la tarde en tu cabeza, pero tu obsesión, atento al cielo, como entonces pasa por saber cómo arman los patos sus líneas en el aire.

viernes, 17 de marzo de 2023

Trae mujeres de Paraguay

 

Al atardecer, junto al río, vimos otra vez a la mujer sentada en las rocas que cantaba polkas con voz dulce mientras se peinaba un pelo hermoso: largo y mojado. Iba a la orilla a lavárselo. “Debe ser la nueva novia de Anselmo. Trae mujeres de Paraguay...”, dijiste.

 

jueves, 16 de marzo de 2023

Llegó a iluminarlo

 

Los peones nos había dicho que la tormenta eléctrica, visible hacia el oeste, significaría el fin del otoño. Exagerando, comentaron que la costa recibiría a las víboras de los lugares más altos. Sin hacerles caso, fuimos  a echarnos bajo los laureles para disfrutar más del contacto, como esos potrillos que se juntan a tocarse el hocico. 

Pasó el tiempo y mientras admiraba tu cuerpo, un rayo cruzó el cielo. Me pareció que llegó a iluminarlo. Fue como la mañana que jugabas con los gatos.

miércoles, 15 de marzo de 2023

Plantas de yerba mate

 

Descalzos, caminamos hasta las plantas de yerba mate. La charla trataba de las muchas formas que hay de cortar esas plantas, de cómo hay que preservarlas de las hormigas negras que van por un espacio que adormece a las fieras debajo de árboles centenarios, a veces sufridos. 

 

martes, 14 de marzo de 2023

En mi recuerdo

 

 

En mi recuerdo, dice tu abuelo con sarcasmo, —Estas tierras están pobladas por hombres que dominan los cuchillos, montan a caballo, arrean el ganado, pero jamás se encargan de arreglar los alambrados—. Estábamos los tres frente a un corral y él extendía los brazos en señal de fastidio por la cantidad de alambres que estaban cortados, pero bastante tranquilo al mismo tiempo, más bien resignado.

 

Y también aparecen unas vacas acostadas en un potrero donde hay un mástil en el que nunca vi una bandera mientras montones de mosquitos circundan a un viejo burro. El sol quema tus hombros mientras miramos la escena apoyados en el alambrado. 

 

Y más allá, está Anselmo tomando mate al final de la siesta, bajo el alero, mirando como tantas veces la nada...

lunes, 13 de marzo de 2023

Los camalotes

 

Y al final del sueño estaban los camalotes. Pequeñas islas de plantas, con flores diminutas, que decían a veces transportaban animales de una selva salvaje y lejana. Pero nunca llegamos a ver ningún animal de un tamaño considerable en ellos.  

 

domingo, 12 de marzo de 2023

Las yararás que también nadaban

 

Después, acomodándote en la reposera, dándome espacio en un costado, en el sueño me decías: “Vení conmigo.” Pero cuando me sacaba la remera para ir a tu lado, te levantabas alarmada. —La casa de Anselmo está en llamas —decías señalando el río. Y era verdad: en los plumerillos cercanos al agua había fuego y también en la casa. Entre el humo, unos carpinchos huían del fuego. —Deben ir —decías angustiada— hacia los brazos del río. 

 

Esos brazos que podían nadarse a caballo con el riesgo de encontrar yararás también en el agua. 

 

 

sábado, 11 de marzo de 2023

Y por instantes violáceas

 

Esa misma tarde de verano, en un paraje cercano al río, entre unos lapachos amarillos, tomamos por un sendero para llegar a una playa en cuyo borde había malvones silvestres. Miraste el cielo. En círculos, volaban unos jotes del otro lado del río, más allá de la frontera, justo donde unas palmeras custodiaban el río como soldados. Se iba la tarde y las palmeras se volvían azulinas y por instantes violáceas.

 

 

 

 

viernes, 10 de marzo de 2023

Un viento leve movía unas ramas sobre tu cabeza

Esa misma noche soñé que estábamos junto a la pileta rodeados de una bruma incipiente. En una reposera, disfrutabas del sauce gracias a que un leve viento movía unas ramas sobre tu cabeza. Y no había en tu cara un rasgo de imperfección, tampoco de soberbia.

 

jueves, 9 de marzo de 2023

Hay peces remontando el río

 

A lo lejos, un hombre se adentró en el agua con un trasmallo. Anselmo, el capaz, avanzaba a la altura de un sauce donde unos mieleros revoloteaban. Comenzaba otra noche de luna llena. Unos grillos se encendieron. Pero después hubosilencio. Entonces, el sonido del agua en las grandes piedras fue una dulce presencia. Atenta a los sonidos, dijiste: “Hay peces remontando el río...”

 

miércoles, 8 de marzo de 2023

Se posaron en lo alto

 

En las cúpulas de chapa, unas palomas se posaron en lo alto. No recuerdo por qué terminamos hablando del mundo bíblico. “Es algo descomunal,” dijiste, “un espacio severo y contenido.” Palabras que habrá sacado de su abuelo, pensé. En eso los perros se acercaron moviendo la cola. El río mojaba la punta de los helechos. Vos los mirabas. Es gracias a las últimas lluvias, te dije

 

lunes, 6 de marzo de 2023

Los compró en Asunción de joven...

 

Estábamos en la orilla del río, a un costado de los silos donde se ven unos juncos muy altos. A pocos metros, descansaban unos perros mal alimentados. En la orilla de enfrente, unos patos serrucho estaban de pie perfectamente quietos. Hablabas de “pintar un junco hasta respirar el junco.” Lo decías con relación a unos dibujos japoneses que pertenecían a tu abuelo. “Los compró en Asunción de joven”, dijiste. 

 

domingo, 5 de marzo de 2023

Ese pez que se detuvo

 

 Habíamos llegado a tu casa. Al notar mi presencia, dejaste de regar unas orquídeas con un rociador para saludarme con displicencia. No sé por qué me acordé entonces cuando un dorado pasó cerca. Estaba con el agua a la cintura, a punto de zambullirme, y por unos segundos ese pez se detuvo en línea recta, a no más de un metro, como si quisiera decirme algo. Desde ese día vuelve a tus pensamientos. 

 

viernes, 3 de marzo de 2023

La luna por momentos permanecía oculta por otros se mostraba

 

Debido a la humedad, cierta bruma se acercaba. Nos pusimos a ver lo que declina en las ramas. El ceibo, frente al río cada vez más pálido, invitaba a mirarlo. Después, hablamos de remar por los canales. “Nunca supe dónde acaban”, dijiste. Comenzaban a cantar las ranas. A lo lejos, unos perros aullaron. La luna por momentos permanecía oculta, por otros se mostraba.

jueves, 2 de marzo de 2023

Lo inolvidable

 

Bajaban por el río las formas opacas de unos camalotes. Soñaba que esos espacios verdes alojarían cervatillos perdidos que bajaban desde selvas lejanas. Después, lo instalado en mi cabeza se acallaba y de ese modo algo dulce, pasajero, tal vez el canto de un zorzal, se oía mientras remábamos. “El agua me calma”, dije. “Sí, me pasa lo mismo con las fuentes”, acotaste y después lo inolvidable: “Quisiera que nos detengamos bajo el puente...” 

miércoles, 1 de marzo de 2023

Con el sol de espaldas

 

Esa misma tarde fuimos hasta el pueblo a ver la inauguración de una fuente en la plaza principal donde el intendente, un señor de modos afables y el cuerpo de un jockey, dijo lo imaginable acerca de la importancia de tener la nueva fuente. Cuando el hombre terminó de hablar, me di cuenta de que te habías ido y, por más intentos que hacía, no lograba ubicarte. Entonces, se encendieron las ninfas de la fuente y el agua sonó y al fin te vi entre la multitud. Te acercabas a mí. Cuando estuviste cerca, con el sol de espaldas, pensé que me besarías los labios.

 

En la tierra helada

  Pero a los pocos días, andando por el jardín de tu casa, pisé unas hormigas y aparecieron de nuevo las tragedias que podrían tocarme en la...