sábado, 11 de marzo de 2023

Y por instantes violáceas

 

Esa misma tarde de verano, en un paraje cercano al río, entre unos lapachos amarillos, tomamos por un sendero para llegar a una playa en cuyo borde había malvones silvestres. Miraste el cielo. En círculos, volaban unos jotes del otro lado del río, más allá de la frontera, justo donde unas palmeras custodiaban el río como soldados. Se iba la tarde y las palmeras se volvían azulinas y por instantes violáceas.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Los mismos caballos

  Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...