sábado, 30 de septiembre de 2023

Una plancha de concreto

 

 

Estuve debajo de una enorme 

plancha de concreto 

que tapó mis sentimientos de rabia 

en torno a lo que no podía ser 

motivo de queja. 

Sobre lo que no podía salir. 

Una rabia inmensa a punto de explotar, 

tenía. Solo eso. Y entonces un día, 

sobre la plancha de concreto,

buscando restos de comida, 

una rata se quedó quieta 

en el centro de esa plancha

con una aparente sonrisa. 

 

 

Pelos grises en su cuerpo 

menos en su cara y en su cola. 

Y se quedó quieta pidiéndome 

que la deje seguir camino. 

 

 

viernes, 29 de septiembre de 2023

Al final del camino

 

 

 

Al final del camino, 

había un parral 

con uvas grandes y moradas,

y fui hacia ellas en bicicleta

mientras algunos pájaros 

con crestas desmesuradas 

bajaban al asfalto y antes 

de que llegase cerca volaban.


Pasé la tarde en el pueblo 

donde estuve con mi abuelo 

algunos veranos

y me pregunté con el sol en la cara 

cómo encontrar a la tortuga 

que vi una noche lejana.


Era pequeña y simpática 

y ahora imagino que es

grande y adusta.

jueves, 28 de septiembre de 2023

En los límites

 


De repente cierro una etapa. De repente, creo. 

Pero no debe ser tan así. Esto se viene gestando 

como esas olas que se forman sin que se sepa bien

cómo en el medio del Atlántico 

(digo Atlántico porque ese nombre me encanta).

 

Quiero decir: sé que me interesan 

los huesos, sus formas, su sensualidad 

y su aparente quietud, que sean materia 

y tengan un espíritu que genera una atracción

después de haber sido parte de un cuerpo 

para fijar las constelaciones en 

los límites de lo tenebroso y lo bello. 

miércoles, 27 de septiembre de 2023

Una camioneta de los años cincuenta

 

Recuerdo que fuimos una tarde en la camioneta de los años cincuenta que era del padre de Ever, carrocería celeste, cúpula blanca tenía ese vehículo, y nos la pasamos yendo y viniendo por el campo un día gris de viento. Los perros corrían en busca de liebres felices como nadie. O en realidad tan felices como yo. Y no podría decir mucho más porque solo tengo las sensaciones, vívidas, fuertes.

 

martes, 26 de septiembre de 2023

Donde vivía mis días

 

Por qué cuando cierro los ojos hay imágenes, momentos que vuelven de un tiempo muy lejano -treinta años o más-, y son de un lugar que fui una vez, solo una vez, a cazar, según recuerdo que con mi amigo Ever y sus perros, unos galgos, y quedaba en las sierras de Maldonado, atrás de la ciudad de San Carlos, un lugar que hoy debe estar mucho más poblado que entonces, un espacio de pasturas y sierras con el que soñé muchas veces. En esos mundos había un castillo donde vivía mis días.... 

lunes, 25 de septiembre de 2023

Ejercicio de fugaz contemplación

 

En la detención buscamos 

lo no está dicho y nos impulsa 

a ver luces y sombras en lo iniciado.

 

Ahora la calma de principios del invierno. 

La luna llena y más allá de la laguna 

el reposo de los árboles. 

La belleza capaz 

de trabajar por uno.

 

 

 

 

domingo, 24 de septiembre de 2023

El verdadero cielo

 

El verdadero cielo en nuestra manos

es un espacio donde las creencias 

pueden ser sostenidas sin necesidad 

de pretender que sus alcances 

tengan alguna eficacia.

 

Una esfera donde la luz sería tan 

pero tan potente que trazaría 

canales celestes y violáceos

por donde la fuerza circularía 

al punto de no depender

de acontecimientos fuera del círculo.

 

 

sábado, 23 de septiembre de 2023

Hago ese encanto propio

 

Intento ser más proclive a las respiraciones

sin buscar un ímpetu, una provocación, 

algo relacionado con una filosofía útil.

Ellas adoraban la distancia ampliada

gracias a los besos que las cubrían 

al punto de volverlas más deseadas 

por la belleza imposible y ahora, 

mientras la veo en la mesa de un bar

cercano a mi casa con los primeros signos 

de una vejez que no desacomoda sus gestos,

veo más de lo que alguna vez fueron

y hago ese encanto propio.

 

martes, 19 de septiembre de 2023

Unas diosas

 

Ellas adoraban la distancia ampliada

gracias a los besos que las cubrían 

al punto de volverlas más deseadas 

por la belleza imposible.

 

lunes, 18 de septiembre de 2023

Nos mandaron a dibujar

 

Nos mandaron a dibujar porque éramos 

incapaces de escribir las primeras palabras,

casi como los primeros dioses

que habitaron la tierra.

 

domingo, 17 de septiembre de 2023

Echado en el pasto

 

Tengo tantas preguntas que podría hacer

si me quedase mucho rato bajo las estrellas

a la espera de que alguien me responda.

Y mientras tanto los grillos cantan y los camiones

pasan a lo lejos través de un frío impecable,

y los animalitos nocturnos, en los potreros,

siguen su búsqueda 

mientras estoy echado en el pasto.

 

 

sábado, 16 de septiembre de 2023

Hoy la primavera

 

Hoy la primavera viene en busca 

de nuestros talentos y los hará suyos

al punto que dejaremos de ser quienes somos

para convertirnos en aquello que hemos soñado.

 

 

viernes, 15 de septiembre de 2023

Cosas muy íntimas

 

Estamos en un intento por volvernos 

más proclives a respiraciones

que te permiten interpretar mejor 

las posibilidades que anidan en nosotros.

Quisiéramos no estar siempre a la espera

de un fervor, de un ímpetu o una provocación

capaz de abandonar la exigencia de decir algo

relacionado con una filosofía útil. 

Mejor no atraer a una verdad

de unos sobre otros, una impronta

que de algún modo mancharía

la medida que encontramos 

mientras vamos de la mano 

hablando de cosas muy íntimas.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Su color característico

 

 

 

En mi recuerdo la rompiente a mis pies 

no llegaba a mover lo que por momentos 

tocaba. En ese tiempo era feliz solo 

con caminar por las cuadras conocidas. 

Las cuadras de mi barrio. 

Las calles arboladas que llegan 

hasta una plaza circular

que en un sueño reiterado 

tenía un fuego 

que comenzaba en un casa abandonada 

y desde donde salía una cantidad 

enorme de brea, que sin querer pisaba. 

Estaba desnudo en ese sueño, 

y por esas cosas de las noches,

mientras huía de la inundación de brea, 

caminaba por un pasillo angosto y oscuro 

del que no podía salir. Hasta que al final 

veía un campo lleno de juncos rodeado 

de pantanos y enfilaba hacia ese lugar

corriendo con la idea de abstraerme

de los ruidos y de la locura 

que me generaban las llamas. 

 

Pero entre los juncos enseguida 

me veía de nuevo cercado por el humo

y entonces lo único que se me ocurría 

era sentarme a meditar. Y en eso estaba 

cuando de pronto veía una vaca en mi hígado. 

Y luego una rosa que por momentos 

era blanca, amarilla por otros, roja 

y por fin lograba su color característico.

 

 

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Un cocodrilo en la orilla

 

Tarde o temprano, 

en una plaza del centro

invadida por palomas oscuras,

notamos que los días se parecen

cada vez más y por la noche,

en nuestra casa, frente al espejo del baño, 

vemos nuestra cara y pensamos:

deberíamos desarmar nuestras rutinas.

Pero al menos quisiéramos adoptar la belleza 

serena y al mismo tiempo perturbadora 

de los días que pasan como guerreros chinos 

hacia una estepa silenciosa.

 

Muchos tienen rasgos logrados 

y pasaron por el punto del que hablo 

y ahora buscan el lugar donde soportar 

a las figuras ennegrecidas 

paradas al costado de un cocodrilo 

que yace en la orilla 

expectante por volverse ágil.

 

martes, 5 de septiembre de 2023

Tarde o temprano

 

Tarde o temprano, 

en una plaza del centro

invadida por palomas oscuras,

notamos que los días se parecen

cada vez más y después, por la noche,

en nuestra casa frente al espejo del baño 

vemos nuestra cara y pensamos:

ya no somos jóvenes;

ya podemos desarmar nuestras rutinas.

Pero al menos quisiéramos adoptar

la belleza serena y al mismo tiempo perturbadora 

de los días que pasan como guerreros chinos 

hacia una estepa silenciosa.

 

Muchos tienen rasgos logrados 

y pasaron por el punto del que hablo, 

y ahora buscan la estepa. El lugar señalado 

donde podríamos soportar las figuras ennegrecidas

al costado de un cocodrilo inmenso 

que yace en la orilla expectante 

por volverse ágil.

 

 

 

domingo, 3 de septiembre de 2023

Escenas para la educación sexual de nuestro zarevich. Cuarto acto.

 

Cuarto Acto:

 

          Afuera llovizna; la noche no llega a estar helada. Hay un juego de luces: un grupo de hombres contemplan un pavo asado. Está en el centro de una mesa bien arreglada; todos llevan puesto su frac y hay velas en cada lugar. Empieza un concierto de violín y aparece una sirvienta con una botella de champagne. Está vestida con un delantal negro con blanco. Sirve y se inclina para chupar una pata del manjar. Mira a uno de los hombres que elige al azar y se levanta el delantal negro con blanco, y después se corre la bombacha. La luz se concentra en la expresión de los comensales. Se los ve felices hasta que uno, el más gordo, se acerca a la mujer. Quiere tocarla; pero ella lo rechaza. Haciéndose el payaso el gordo insiste, y ella entre risas lo acepta. Y mientras el gordo interna su cabeza entre sus piernas, ella le acaricia la nuca y, despacio, se frota como una gata. Los hombres siguen el espectáculo mientras toman de su copa y el violín se vuelve cada vez más dulce.

 

Las luces se apagan. Arrancan los aplausos. 

 

 

sábado, 2 de septiembre de 2023

Escenas para la educación sexual del zarevich. Tercer Acto

 

El escenario resplandece. Voz en off: — Anoche, una joven pisó en falso y cayó a las frías aguas del lago… Son los riesgos de atravesar un lago congelado —. Bajan las luces. Se ve a dos mujiks retirando a una mujer joven del agua que, incluso congelada, tiene una expresión feliz. Optan por retirarle la ropa y cuando la ubican en un abrigo su piel parece más blanca. Los hombres la miran. Está bueno grabarla para cuando las mujeres duerman y cada uno pueda recrearla y masturbarse entre frazadas.

 

Después, el más pequeño se arrodilla junto a la mujer y le acomoda el pelo. Baja su pantalón y se le tira encima. Frenético, le abre las piernas. Pero el otro mujik reacciona y toma a su compañero por la espalda y los dos forcejean sobre la nieve, hasta que el más caliente no tarda en darse por vencido y, sentado como los indios, se queda en el piso jadeando. Al fin, suspira fuerte. Una vez, dos y la luz de a poco declina y los hombres llegan a desaparecer…

 

El público aplaude.

viernes, 1 de septiembre de 2023

Escenas para la educación sexual del zarevich. Segundo acto

 

Segundo Acto:

 

El público se reacomoda. Un lacayo sale al escenario. Con voz aflautada, dice: “La representación que ustedes acaban de ver se trató de un sueño”. Va hasta un rincón y ordena unos leños. La chimenea es inmensa. Enciende un fósforo y se distancia del fuego. A medida que se aleja, por la incorporación de las luces, notamos que en un sillón, cerca de la chimenea, una mujer amamanta. Tiene facciones suaves, demasiado suaves para ser rusa, tal vez sea escandinava. Y arranca un piano. 

En otra parte del escenario, de pronto iluminado, de pie un militar panzón, bigotes con puntas y con una monóculo, enciende un cigarro y parsimonioso contempla la escena. A los pocos instantes, una vez devuelto el niño a la cuna, la madre se arrodilla frente al hombre, le baja el cierre y comienza a hacerle una felatio. Y un piano, acorde con el ritmo de la mujer, suena cada vez más dulce. Y el hombre sigue fumando al tiempo que al final, en un lento movimiento, solo la cabeza de la mujer termina iluminada. Aplausos.

 

 

En la tierra helada

  Pero a los pocos días, andando por el jardín de tu casa, pisé unas hormigas y aparecieron de nuevo las tragedias que podrían tocarme en la...