domingo, 19 de marzo de 2023

La última de las playas conocidas

 

Esa mañana, un pajarito saltaba por las ramas de un árbol del que desconocía el nombre. Las golondrinas se dispersaban y por otros momentos se unían. Las rocas en esa parte del río eran rojizas con manchitas negras concentradas en lo alto. “Arman dibujos”, comentaste señalándolas. En los juncos, cantaban montones de ranas. Llovía y en dos gatos, bajo un ceibo, miraban unos zorzales que iban por el pasto. Más lejos, por la planicie, dos peones avanzaban a caballo. No sabría decir por qué pero me parecieron espíritus recién nacidos. Ajenos al mundo, ingenuos. La lluvia mojaba sus cabezas mientras ellos avanzaban hacia la última de las playas conocidas. Arreaban una tropilla. “Lo soñado está cerca”, me dije. 

 

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