miércoles, 29 de noviembre de 2023

Los vecinos jabalíes

 

Desde hace años, dijimos sentados en ese banco, nos empeñamos en pintar imágenes que generen fuerza, un ímpetu, la alegría en los lindes de la angustia. Terminaba una tarde apacible cubierta de nubes. Ni el más mínimo viento. Es como si quisiéramos poner una piña luminosa en un árbol, agregaste. Pero no hay aspecto luminoso por siempre, continuaste, solo los cuentos son por siempre felices, concluiste. Una mueca encantadora tuvo entonces tu cara. Tenías apoyados tus manos en el banco porque estabas sentadas bien al borde. Y sin embargo, comenté, ciertos recuerdos los tengo totalmente iluminados. Aunque es cierto: ellos solo permanecen en mi cabeza... Ya son parte del pasado. Después, me contaste de tus ganas de crear una serie de cuadros sobre la lógica de la depredación. La depredación del hombre, aclaraste. Y para eso, dijiste, quiero retratar la voracidad de unos jabalíes. Quiero pintarlos mientras comen. hacinados en los corrales de un monasterio. Una imagen que se verá desde cierta altura. Porque mi idea es que también se vea un corral contiguo. Y en ese corral, unos migrantes amontonados como ganado, mirarán comer a sus vecinos del otro corral, los jabalíes…

 

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