miércoles, 22 de noviembre de 2023

En ese tiempo...

 

En ese tiempo, un día de mucho frío, al entrar a la catedral para ver la primera comunión de un sobrino, fui hasta un costado donde había gente aburrida —aunque no tantos como en la nave central—. Mi intención era ver al obispo sobre el púlpito así que me acerqué para estar junto a unos niños que esperaban su primera comunión frente al obispo. Y de la nada me pareció ver algo cerca de un niño que miraba hacia el techo. Una luz desde un vitral tocó su hombro por milésimas. No llegó a ser del todo un pájaro, pero en cierta forma lo era, porque aleteaba, y desapareció. 

 

A la salida de la iglesia descubrí al mismo niño imitando el canto de los gorriones. Escucharlo era como oír un río sonando. O como cuando cae agua y más agua... 

No hay comentarios:

Según avanzaba

  Esa tarde, leo ahora en un cuaderno donde anotaba distintas cosas, mientras pedaleaba, veía unos niños que para evitar la lluvia se oculta...