viernes, 2 de octubre de 2020

Así fue hoy

Me levanté 5:20 a.m. porque sentí un viento fuerte. Hacía calor, había silencio. Me puse a revisar unos poemas. Cerca de las  6:30,  pasó el camión de la basura. Desayuné y me fui a dormir de nuevo. 

Vos te levantaste cuando me acosté y enseguida me abalancé en tu espacio. Dormí un poco y después me puse a trabajar. Vos estabas en ese escritorio que improvisaste en el living atareada. Los chicos hacían sus tareas; por momentos iban y venían con sus tazas. Tuve mis llamadas y después me puse a limpiar nuestro cuarto y a hacer nuestra cama. 

Almorzamos con nuestros hijos, vos seguiste trabajando y, después de mirar un poco por la ventana, hice lo mismo. Tenía que hacer varias cosas útiles. Para las seis de la tarde, después de ver la lluvia desde la galería, me fui en bici hasta el campo.

Media hora estuve por donde cruzan las vías del tren. Por momentos de cuclillas, igual que los chinos en la puerta de los minimercados. Me fijé la declinación de la luz y en los cantos de los pájaros. Algunos murciélagos aparecieron cuando los últimos patos pasaron para algún lado, y solo los teros se sintieron cuando la oscuridad fue total. 

No hay comentarios:

Los mismos caballos

  Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...