La felicidad del campo. El camino que va en realidad desdibujándose hasta ser solo pasto. Ahí hay más caballos. Levantás la vista, hay caballos por todos lados. Se rascan unos a otros. Así se ayudan. Creés que algún día vas a estar en ese lugar. El sol se pierde entre las nubes. Estalla lo anaranjado y ves rosas apenas mezclados con los grises. Todo esto es un lugar común pero funciona a la perfección.
Archivo del blog
jueves, 5 de noviembre de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El examen
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Una vez levantado de la siesta, y luego de quedarme mirando el techo un buen rato, decidí que lo mejor sería terminar algunos dibujos que te...
-
Viajo junto a un hombre pequeño, de mirada afable, con un gesto de humanidad comprensivo con el prójimo. O al menos lo supongo cuando lo s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario