El tiempo pasa rápido,
cada vez más rápido.
Cuando éramos jóvenes,
ese tiempo era más lento.
Una curva suave
entre las montañas
que después se volvía
más pronunciada
y, casi enseguida
dejaba ver
un valle.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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