Ida y vuelta al hospital con mi hija. Rutinas y vuelta. Después un momento en bici. Ya de noche, en el frío, el mismo camino y las mismas cosas por la mente. Una góndola va por un canal. La posibilidad de ser un gran artista está en esa escena porque eso finalmente representa Venecia. La posibilidad de escuchar el sonido del agua. Las voces de los niños en una iglesia no están lejos. Cantan de manera genial. Ellos siempre van a ser más artistas que yo en muchos sentidos y en el primero y fundamental: cantan porque lo prefiere su voz; y el agua cercana también suena.
miércoles, 23 de septiembre de 2020
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