Cuando se acumulan suficientes años, se descubre que los hechos relevantes son bastante escasos y que los esfuerzos por acumular algún tipo de importancia -de uno mismo- son etéreas y poco profundas. Y uno se queda con la vista fija en las estrellas, seguramente a la búsqueda de una idea o de un hecho que nos confirme la trascendencia de la experiencia, y en esa búsqueda, ensayando, se queda mucho tiempo.
martes, 13 de octubre de 2020
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