domingo, 6 de diciembre de 2020

Roma

Estaba convencido de que debía tener 

un talento tan contundente como para 

reposar frente a vos y frente a cualquiera que, 

por el motivo que sea, estuviese cerca 

o en algún lugar remoto. 

 

Debía ser emperador en tiempos actuales 

y en las circunstancias que tan bien conocés.

 

Por lo tanto nada era útil ni verdadero. 

Y los decenios pasaban.  

 

  

No hay comentarios:

La historia era cierta

    Caía el sol. Hablaban  de lo lindo que sería ver  un faro a lo lejos.  Una gaviota, al ras del agua,  enfrentaba el viento.   Contaron l...