Era la frase justa y feliz y la habías soñado,
pero no podías recordarla y no la iba a recordar
jamás. Y sin embargo estabas seguro
de que esa frase en alguna parte perduraría.
Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...
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