Soñé que no tenía peso y que por lo tanto podía volar
y que entonces, cada vez más arriba en el aire, todo
me resultaba irrisorio a tal punto que no podía parar
de reír, y en esa risa encontraba un llanto desconsolado
que me llevaba hacia el cuerpo de un buitre inmenso
que me cobijaba entre su pecho cubierto de plumas
y que con su cuerpo tétrico me abrazaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario