En el sueño eras un pájaro
que iba a cantar a una ventana
que reflejaba el cielo azul, no celeste.
Dos o tres gatos rondaban la galería
con ánimo de hacer daño
y adentro, en el cuarto,
dormía la siesta tu madre.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
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