miércoles, 5 de julio de 2017

Prueba de fuego


Con los años, se volvieron menos dramáticos
y sin embargo no dejaron de tener un aliento
para convocar a esas voces
que habitan lagunas y árboles.


Hoy refieren el eco de otro espacio
verde y nunca plano, 
que se transforma en una gama de helechos.

Ahí los animalitos duermen,
y se levantan en el medio de la noche
relajados y espléndidos.

Y buscan, más curiosos que nunca,
la posibilidad de ver cierta luna 
en las inmediaciones del agua
que, graciosa y tierna, los baña.


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