La mente como
una caverna que continúa y por momentos llega a ríos subterráneos llenos de
anguilas fluorescentes que nadan entre algas.
Así va uno,
con pensamientos inscriptos en caminos que parten de lo inaccesible.
Pero a los pocos días, andando por el jardín de tu casa, pisé unas hormigas y aparecieron de nuevo las tragedias que podrían tocarme en la...
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