Los laureles en las estatuas
se marchitaron y nosotros nos
acomodamos junto a los árboles
para dormir bajo el cielo.
Más tarde, estuvimos como nos gusta,
como quien no quiere
la cosa
pero disfruta mucho el contacto.
Esos días tus padres volvían a organizar los tés de invierno con la chimenea prendida. Supongo que para imitar a tus abuelos cuando hace t...
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