domingo, 6 de abril de 2025

Frente al río

 

Por la tarde voy al club sobre el río a nadar en una pileta que está casi en la orilla, frente al agua, y que por lo tanto me fascina, y quiero aprovechar porque son los últimos días de la temporada, pero lo cierto es que el viento frío del sur bajó la temperatura al punto que me pregunto si vale la pena meterme en el agua. Me acerco a la pileta y veo que no hay nadie más allá de los bañeros, que son un hombre y una mujer joven que pasa las horas escapándole al tedio, por lo que he visto. Me intriga qué pensarán de la tarea que tienen a su cargo cada día, y qué harán ahora que el verano se acaba, y sobre todo si los modos despreocupados que les he visto a lo largo de los días es muy propia de sus vidas o más bien es una impresión mía. Como sea, primero opté por almorzar y luego por ir un poco a mirar el río a una punta que se mete en el río y que forma un mirador hacia el río que es una de las cosas que más valoro de mi ciudad donde me encontré con un conocido que suele ir por allá también a disfrutar del agua y sobre todo a pescar -no obstante existe un cartel que dice "No pescar"-, aunque es cierto, como bien me aclaró hace años, que el hace una captura y liberación de los peces, los cuales son llamativamente grandes, porque son dorados que, justamente, supongo, como nadie los pesca, por la zona crecen y, en definitiva, solo son perturbados, al parecer, por este hombre al cual conozco desde su infancia.  

sábado, 5 de abril de 2025

Crear una escultura.

Ida a para escultura en viaje en auto con demasiado tráfico. En ese sentido, fue como siempre. El tráfico me impulsa hacia una agotamiento, me abruma y me deja una sensación desagradable que me afecta en mayor medida que a otras personas -aunque esa suposición es algo arbitraria como la mayoría de las suposiciones que uno hace). 

Pero al menos cuando llego a la terraza del taller de escultura de mi profesor algo cambia. Esta vez estábamos los dos solos, no había otros alumnos, y el viento arreciaba en un momento con tanta fuerza -mucho más de la que he visto antes en ese lugar por años-, que entramos a una ambiente pequeño que tiene la terraza en donde hay una mesa en el centro y alrededor herramientas en las paredes y montones de esculturas -en su mayoría inacabadas- y nos dispusimos a trabajar en objetos de arcilla hasta que el tiempo convirtió a ese trabajo en algo plácido, amoroso hacia los objetos que mejorábamos en un tiempo que se nutría de algo que venía de nosotros sin que supiéramos para qué ni por qué. Montones de elucubraciones supongo que podríamos ensayar en ese sentido, pero ninguna sería la respuesta exacta.

viernes, 4 de abril de 2025

Bastante calor

 

Ayer fue un día de sol y de bastante calor en el inicio del otoño y, como fue un día feriado, tuve la posibilidad de ir a pintar a lo de mi amigo que vive en España, y que por estas tierras habita una casa con un jardín generoso y plácido a buena distancia de la ciudad. El día de pintura no fue muy provechoso desde el punto de vista técnico -empasté mucho los colores-. pero al menos me permitió entender mejor a mi amigo en cuanto a sus preferencia y sus días en lugares lejanos. Creta por caso. También pude echarme en su jardín a ver el cielo. Cuestión importante que me llevó a ver hacia los árboles, en pensar en la condición de la estar vivo, de sentir el avance del sol hacia el horizonte, y sobre todo en intentar dimensionar el vuelo de los pájaros hacia un eucalipto muy antiguo que los recibía con sus ramas apenas moviéndose en lo alto.

miércoles, 2 de abril de 2025

A la hora de vivir

 

Estuve en la casa de las afueras de la ciudad. Durante la noche, las gotas sobre el techo de chapa siempre me producen la felicidad que celebro y que pocas veces dimensiono en mi cabeza como debiera. Quiero decir: ojalá pensase en vivir más de acuerdo con esos placeres, que son de lo más simples, y que sin embargo no ubico donde debiera, dado que vivo atento a mis temores, a posibles problemas, e incluso a problemas que magnifico de forma sorprendente. Y con todo, tengo momentos en que las gotas sobre el techo forman un sonido potente y melodioso, y ese hecho:: miles y miles de gotas caídas desde el cielo, me parece increíble, fantástico, fuerte, indescriptible, al menos en su dimensión profunda, y yo las escucho, feliz. 

martes, 1 de abril de 2025

La justicia

 

Por qué hay pensamientos tristes, reiterados, llenos de un dolor intolerable que me asaltan frente a la desgracia ajena? Una desgracia que es incluso peor, supongo, en mi cabeza que en aquellos que las sufren, y que pese a todo siguen su camino, fuertes, estoicos. Sin embargo, yo opto por darles todo el dolor que se merecen sobre la faz de esta tierra en donde las injusticias prosperan sin ton ni son. Y lo digo como si yo supiese acerca de lo que es justo realmente. Como si, en mi ser, pudiera haber una medida verdadera en el universo inabarcable. 

lunes, 31 de marzo de 2025

Aleluya

 

Estuve por varios barrios ayer. En realidad, debo explicarme mejor: primero fui a nadar a mi club cerca del río y disfruté bajo un sol todavía fuerte no obstante estamos en el comienzo del otoño. Pero el tiempo continúa caluroso, incluso pesado. El río, por su parte, estaba bajo y en ese barro una cigüeña se mantenía estática, parada, contemplando el horizonte. Era en sí una escultura, estilizada, perfecta, armoniosa y absolutamente moderna en su estética. Casi nada se movía. La brisa era mínima, pero tuve que seguir viaje pronto para verme con una clienta en un barrio alejado. Para eso tuve que internarme en la autopista y en su tránsito. Ojalá algún día sea capaz de abstraerme de las mareas de autos y en especial de la gente. Pero soy consciente que sería también abstraerme de mi capacidad para disfrutar del río y en especial de esa cigüeña maravillosa. 

Luego de terminar mi gestión con la clienta, compré fruta y verdura en una esquina donde la mujer que atendió tenía un modo cariñoso y a la vez un tanto atrevido para hablar. Después, me fui a reunir con un amigo en otro punto de la cuidad. Creo que al fin y al cabo me gustan los barrios por sobre el centro de la ciudad. La esquina arbolada, con casas antiguas, bares plácidos. Todo me gustó, pasé un buen tiempo. Aleluya.

domingo, 30 de marzo de 2025

Sábado

 

Día cálido de sol y un viento tenue. Me levanté y después de mirar como tantas veces por el balcón los edificios que me acompañan desde hace poco más de veinte años, desayuné con mi compañera y más tarde me fui al taller a pintar. Los resultados no fueron del todo buenos, pero al menos pude abstraerme un poco del trabajo habitual y pasar a un trabajo que todavía no tiene un rumbo preciso, mucho menos una  maestría mínimamente consolidada, pero que al menos me lleva a ciertos lugares felices -a veces- y me promete un espacio de libertad, e incluso de mayores goces. Cuando salí de ese taller, que por desgracia es oscuro, la fuerza del sol y el calor me impactaron de lleno. Las calles iluminadas me mostraron gente feliz de estar al sol, pero fue solo un instante, como me ocurre tantas veces en que tengo una chispa que ilumina mi tiempo. Después, almorcé con mi compañera e hijo y después dormí un poco la siesta. El incordio fue que me puse el despertador para poder viajar hasta afuera de la ciudad y llegar así al pileta de mi club antes del cierre, cosa que por suerte logré y por eso pude nadar con total deleite solo en esa pileta inmensa y fabuloso rodeado de árboles, pájaros y atento al sol perdiéndose en el horizonte. Después, en unas escalera que están frente a la pileta observé como se terminaba de ir la luz. Otro día llegaba su fin. Como tantas veces, no pude dejar de sentirme triste por el paso el tiempo. 

Frente al río

  Por la tarde voy al club sobre el río a nadar en una pileta que está casi en la orilla, frente al agua, y que por lo tanto me fascina, y q...