En mi desesperación tomé una decisión extrema: ir en plena noche al Ministerio para entrar en la P.C. de Tordelli. Hacía tiempo que barruntaba hacerlo. No tenía dudas de que Tordelli guardaría cosas preciadas en esa máquina. Hoy en día todos los seres humanos que tienen una computadora lo hacen y Tordelli no sería la excepción. La clave la había obtenido del Director de Informática –un experto símil orangután que respondía al Ministro de forma muy directa-. De manera que me tomé un taxi y fui al Ministerio. Tuve la suerte de dar con un viejo tanguero. Me gusta ese perfil de taxista porque, sólo si es de noche, me hacen querer a Buenos Aires. Son orgullosos de la milonga, los últimos mohicanos. Al Ministerio llegué a eso de la una menos cuarto. Saludé al personal de seguridad y no di ninguna explicación. Sólo pasé. Fui a mi despacho por ascensor y desde ese piso bajé por escalera hacia el reducto “Tordelli”.
En la P.C. de Tordelli descubrí archivos de Excel que podrían ser jugosos, pero lo importante fue un archivo de Word: uno llamado Diario. Desde que lo descubrí sonreí. Me limito a decirles que esperaba otra cosa. Paso a reproducirles el Diario del amigo Tordelli y desde ya les adelanto que se trata de un Diario poco ortodoxo:
“Hoy a la mañana masturbación en la ducha; como corresponde. Es útil para limpiar todas las tensiones nocturnas producidas por un inconsciente exaltado. Me pajeo preferentemente con la esposa de mi primo Eduardo. Al menos últimamente. Es que tiene la clásica expresión de otaria en la cara y eso me encanta. Además, el hecho de que este invierno se hizo las gomas le dio un complemento abrumante. Es como que terminó de decirnos que más allá de esa cara impávida hay una mujer que me/nos quiere gustar. Hay un cuerpo que ahora dice: “siempre quise más” Qué bueno! Lo celebro."
En el último tiempo es eso o que me tire la goma Iliana Sánchez (hago un alto en la transcripción y les aclaro que Iliana Sánchez era una coordinadora administrativa del Ministerio de unos 50 años con un look flamenco neto, una zarzuelera. Dicho esto vuelvo al diario de Tordelli). Iliana tira la goma de una manera recomendable –lo que es mucho-, pero tiene un problema, así como no le gusta que le hagan el orto, no se la traga, parece que ésas son miserias que van de la mano. Es una línea que algunas no quieren pasar. ¡Oh, me ponen tan triste!, quisiera llorar!
sábado, 13 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Vigorosos
Te levantabas con una sensación de bienestar que no te asombraba en lo absoluto. Ibas por el Tiergarten, saludabas al hombre que vende com...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Y desmoronado como estaba recibí el lazo sagrado. Entró en mí el juguete voluptuoso de Flavia. Y cuando entró, empecé a sentir un dolor que,...
2 comentarios:
esa linea
que pena
carinios
a
la línea dura.
Publicar un comentario