Eso debería decir en letras gigantes
en cada esquina, y a modo de explicación:
el éxito demanda mucha energía, y esa energía
se la quitamos al medio ambiente, al prójimo.
La felicidad en cambio precisa ecosistema.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
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