Hay
gatos que se saben hermosos
y
por eso duermen en los altares
para
después, cuando amanezca,
sentarse
en la puertas donde
al sol son adorados.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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