miércoles, 8 de octubre de 2014

El camino de la humildad

Proceder hacia el ego como una forma novedosa de abrazarlo.

Una vez producido ese abrazo, conservar la energía vital que emana el ego hasta sentir también sus límites, su codicia y su astucia.

Fijarse si la proximidad incluye una tensión más o menos aguda a favor de una fascinación hacia un lugar elevado.

Y si ese lugar elevado está condicionado a la mirada del prójimo, o se sostiene más bien por la empatía con el prójimo.

- Recordar que se trata de cosas muy difíciles de modo de aceptar mejor las múltiples frustraciones al respecto-.


No hay comentarios:

En la tierra helada

  Pero a los pocos días, andando por el jardín de tu casa, pisé unas hormigas y aparecieron de nuevo las tragedias que podrían tocarme en la...