El acompañamiento
de las reflexiones
esos vándalos que te azotan
cada día, a veces cada semana,
con suerte un par de veces al mes
el cuerpo donde vos estás
en busca de la serenidad
que implica la perseverancia
en ciertas costumbres que se alientan
unas a otras para continuar
la senda de los deseos
que están y no están permitidos.
Es fácil ahorrar en muchas cosas
pero es difícil ahorrar en lo que
tanto precisamos, esas palabras
de aliento que se las da uno
y no dependen de nadie.
Archivo del blog
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los cuerpos
Me subo al auto. Antes, pago una suma que considero excesiva por el estacionamiento. Le pregunto al chico que atiende cuanto sale la hora. H...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Sigue el ritmo de los días y las estaciones, con la alegría de quienes viven el instante como los pájaros, y así encuentra cada mañana un ...
-
Una vez levantado de la siesta, y luego de quedarme mirando el techo un buen rato, decidí que lo mejor sería terminar algunos dibujos que te...
No hay comentarios:
Publicar un comentario