Desembocás en un
sendero que tiene
petiribiés a los
costados y termina
en la laguna
conocida donde los peces.
El lugar me evoca
los tiempos
cuando me perfumaba lo
suficiente
como para amar
a las sirenas.
Caía el sol. Hablaban de lo lindo que sería ver un faro a lo lejos. Una gaviota, al ras del agua, enfrentaba el viento. Contaron l...
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