Vamos de la mano a la
entrada de una playa
con un agua que como un sueño muy querido
con un agua que como un sueño muy querido
se vuelve realidad y nos abraza
queriéndonos dar la fuerza necesaria
para lo que sigue.
para lo que sigue.
Son las seis y veintidós de la mañana. Me desperté por segunda vez en la noche, como tantas veces, inmerso en sueños implacables, continuos,...
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