Esos tenues momentos que
se vuelven de pronto
muy intensos, cuando
mirás lo que hay alrededor
y notás que las cosas, el
tiempo, el estar, el cielo,
precisan de un agradecimiento
profundo, muy a tu alcance,
que los acompañe.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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