Llega
a tu cuerpo
para
que en su lugar aparezcan
ángeles,
arriba,
sonrientes
y expectantes.
Y
unas rosas en tu pecho,
se
instalen para limpiar aquello
que
necesita ser purificado.
Caminás
por un jardín
a
la edad de seis años
junto
a un perro.
De
a poco,
no
se repiten las imágenes
y
el cuerpo pierde su hermetismo,
la luz lo alcanza.
Y todo lo soñado
ya no interesa
porque estamos
acá
Y todo lo soñado
ya no interesa
porque estamos
acá
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