jueves, 12 de enero de 2017

El discurso en la montaña

Bienvenidos amigos, acá en esta tierra,
en este universo, que quién sabe dónde acabe, 
y que no hay nada cierto, o por lo menos
conocido, que por sí solo nos salve.

Acá todo depende de ustedes,
de su capacidad de creer en lo quieran creer
para así enfrentar el hecho que todos
vamos a morir, y antes sufrir,
y con suerte pasar lindos momentos, 
que pueden ser muy preciosos,
si nos entregarmos al amor
que es ese sentimiento de contacto íntimo y pleno
con uno mismo y con el otro, que potencia nuestro estar,
porque nos acerca al poder de la creación
y nos salva, eleva, y sosiega, 
dado que la entrega es el camino
hacia la divinidad que está en nosotros
y que nosotros podemos develar
para nosotros mismos.




No hay comentarios:

Cuando apareció la primera estrella

  Esos días tus padres volvían a organizar los tés de invierno con la chimenea prendida. Supongo que para imitar a tus abuelos cuando hace t...