Un adelanto del inicio del resto nuestro tiempo lo tuve
cuando fui capaz de concentrarme en un negro absoluto.
Eso es lo que veía acostado
en el piso de una casa en medio del bosque
después de haber ido a la playa con mi mujer, hijos y perra
y haber pasado unos momentos muy especiales.
No había nada más allá de mi mente
entonces, no había más que mi respiración.
Pero yo, como otras veces, esperaba la señal:
que existiese un Dios, una luz, algo capaz de demostrarme
que en este universo yo no estaba a fin de cuentas
acostado en una noche fantástica
en busca de un poco de relajación.
Pero no hubo nada. Nada más que las imágenes
que yo notaba que disparaba mi mente.
Y así, igualmente en calma con todo
lo misterioso que no podía comprender
ni captar, me fui a dormir.
Y dormí placenteramente como hacía mucho
no dormía. No recuerdo que haya tenido sueños
pesados ni tenebrosos. Y la mañana siguiente me levanté tarde,
relajado como hace mucho tiempo no estaba.
Nada había cambiado en mis creencias,
ninguna iluminación finalmente existió.
Pero yo estaba más en calma.
domingo, 26 de marzo de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
De pronto
De pronto, todo en mi vida era perfecto. O tal vez, ideal en el sentido de que era todo lo que debía ser. Y cuando digo todo, hablo tambié...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Y desmoronado como estaba recibí el lazo sagrado. Entró en mí el juguete voluptuoso de Flavia. Y cuando entró, empecé a sentir un dolor que,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario