miércoles, 20 de septiembre de 2017

Nueva York, Manos en mis voces

Ir por el mundo y que el mundo se detenga
para que permanezcamos felices y seguros.

Estamos dentro de un hogar de madera
donde los peces rozan nuestros pies
y un enjambre de abejas se muestra a lo lejos.

Todos estos ciudadanos
quieren demostrar que la miel
sigue produciéndose puntualmente.

Pero el mundo continúa su danza
parsimoniosa y constante,
y no se apaga, y en el cielo
aparece un dragón
que intenta quedarse con algo.

No hay comentarios:

De pronto

  De pronto, todo en mi vida era perfecto. O tal vez, ideal en el sentido de que era todo lo que debía ser. Y cuando digo todo, hablo tambié...